De la Bala
Ha sucedido lo que estaba escrito en las encuestas y en el miedo global: Jair Bolsonaro ha ganado con un cincuenta y cinco por ciento de los votos de los brasileños en la segunda y definitiva vuelta electoral. Homófobo, xenófobo, machista recalcitrante, defensor de la tortura y hasta del asesinato político, amante de la dictadura militar, y todo dicho en voz alta por este individuo militar que ha conseguido romper todos los equilibrios y aglutinar los votos de derechas y extrema derecha que convierten el Parlamento de Brasil en una cámara repleta de intereses económicos y todos apocalípticos.
Con varias bancadas, una de ellas se llama “La Bancada de la Bala”, y es que está formada por militares y policías con, al menos, setenta y dos electos. Y tienen más representación que la del Partido de los Trabajadores que llega a los cincuenta y seis. Treinta partidos han entrado, pero existen esas bancadas interpartidarias, la mencionada y otras dos: “El Frente Parlamentario Agropecuario” que aglutina a doscientos sesenta diputados que defienden el uso de agrotóxicos y la deforestación del Amazonas. Varios son esclavistas y latifundistas.
La más delirante, significativa y que explica algo lo que ha sucedido es “La Bancada de la Biblia”, con más de cien legisladores evangélicos que luchan contra el aborto legal, la igualdad de género, la diversidad sexual, el casamiento entre personas del mismo sexo y exigen la educación religiosa en las escuelas públicas.
Un pueblo ha elegido al monstruo, a lo que va a ir contra ellos. Millones de votantes. Y un efecto en los Estados además del gobierno federal, con la ultra derecha controlando los presupuestos. La regresión absoluta. Un recuerdo: esto empezó hace años con una orquestada campaña de demolición del PT. La corrupción quema antes, durante y después.