El concejal responsable del área de Vivienda, Joxe Abaurrea, se felicitó ayer por haber sacado adelante una modificación legal que puede «tener un impacto importante en el mercado inmobiliario en la medida que busca provocar la salida de viviendas actualmente desocupadas y, por tanto, sin ningún uso social».

Según los cálculos del Ayuntamiento, en Iruñea existen unas 5.000 viviendas vacías. En principio, la nueva tasa se implantará a las personas jurídicas (empresas, bancos...), pero pronto se trasladará también a los propietarios particulares.

El aumento de la tasa será del 0,5% del valor catastral el primer año, un 1%, el segundo, y a partir del tercer año, del 1,5%. El impuesto se liquidará con la contribución.

Abaurrea destacó también que la medida tendrá un efecto positivo en los precios de venta y alquiler en tanto que aumentará la oferta de pisos. Pero también tendrá efectos positivos desde el punto de vista de la sostenibilidad pues permitirá «ralentizar la puesta a disposición de suelo virgen edificable».

Por vivienda vacía el Ayuntamiento entenderá aquella que «haya sido declarada como tal en el Registro de Viviendas Deshabitadas». Este registro lo está desarrollando el Departamento de Políticas Sociales del Gobierno, después de que el Constitucional avalara el aumento de las tasas por este motivo.

UPN se agarró a su negativa a este nuevo tributo quejándose de que las viviendas vacías van a pagar más por este concepto que lo que pagan por la contribución.