Arnaitz GORRITI
BALONCESTO - EUROLIGA

Final triunfante después de un partido repleto de sorpresas

El parón en el tercer cuarto perjudicó a los gasteiztarras, pero se repusieron en el período final gracias a los 14 puntos de Hilliard.

KHIMKI 77

KIROLBET BASKONIA 85


Después de jugar nueve partidos fuera de casa, Kirolbet Baskonia cerró la primera vuelta de la Euroliga sumando su séptimo triunfo. Superó al Khimki en un partido raro, en el que dominó hasta el descanso y en el que la rotura del tablero por parte de Shengelia trastocó por completo la concentración gasteiztarra. No obstante, en un último gran cuarto de Hilliard, el Baskonia se rehizo y superó con claridad al cuadro moscovita.

Para empezar, Perasovic premió el gran trabajo del quinteto titular del pasado domingo en Málaga, repitiéndolo en tierras rusas. Lo cierto es que el arranque de ayer fue bien similar al del domingo, con un 3-12 de inicio, haciendo gala de una fuerte defensa y un ataque estático tan fluido como certero.

Reaccionaron los rusos a golpe de triple con la entrada de Stefan Markovic. Perasovic prefirió parar el tiempo cuando llegaron los primeros errores y, con un parcial de 12-5, Khimki se asomó 15-17. Llegaba también el momento de las rotaciones, y lo cierto es que no pudo salir mejor. Vildoza anotaba o encontraba a Shields –13 puntos de inicio– para que el Baskonia se escapara 19-27 al final de cuarto.

Un triple casi desde el centro del campo de Vildoza dio estreno al segundo acto. Sin embargo, tras adelantarse 21-36, el Baskonia se fue intoxicando del mal juego de ataque ruso y pese a anotar ocasionalmente, había perdido la fluidez. Mientras, Markovic acudía al rescate del Khimki con un par de triples, y una bandeja de Dee Bost dejaba el duelo con 36-43 al receso.

El arma secreta Hilliard

Era de suponer que Perasovic iba a poner los puntos sobre las íes en el vestuarios. Pero nadie hubiera imaginado que un mate fallido de Shengelia tuviera como resultado que se rompiera un tablero, lo cual paró el partido unos 20 minutos.

El paréntesis benefició al Khimki. El cuadro ruso acabó empatando y adelántandose 58-57 al final del cuarto, replicando Monia con triple al anterior tiro lejano de Vildoza. Por fortuna, Kirolbet Baskonia aprovechó el descanso y logró arrancar con un parcial de 0-7, cerrado con un triple de Voigtmann. Lo bueno fue que Hilliard entró en el partido y acabó por convertirse en el arma secreta. Anotó sus 14 puntos en ese período final, mientras que el Khimki buscó la réplica con Jordan Mickey, pero sin ningún éxito.

Aunque el próximo partido sea en la cancha del Feberhaçe, la segunda vuelta, con nueve partidos en Gasteiz, se presenta mucho más prometedora.