GARA Euskal Herriko egunkaria
EDITORIALA

Bolsonaro preside Brasil: una amenaza global


Tras jurar el cargo en el Congreso, Jair Messias Bolsonaro fue investido como nuevo presidente de Brasil. El exparacaidista, nostálgico de la dictadura militar (1964-1985) y con un historial de declaraciones incendiarias y exabruptos misóginos, racistas y homófobos, asume las riendas de la mayor potencia latinoamericana. Y lo hace, guste más o guste menos, con una fuerte legitimidad electoral, tras haber obtenido en octubre más de 57 millones de votos (55%) presentándose como un «salvador» en un país plagado de escándalos de corrupción, violencia y crisis económica. Sin la presencia de la bancada del PT, la más importante del Congreso, Bolsonaro prometió combatir «la ideología» en las universidades, defendió portar armas y agradeció a Dios por haber sobrevivido al ataque sufrido durante la campaña.

La ultraderecha formalizó así la toma del poder en Brasil. Y lo hizo de la mano de un político belicoso y fanfarrón, pero que ante millones de brasileños es extrañamente fascinante, y tras haber realizado una guerra híbrida que demuestra cómo se la juega la extrema derecha: logró impedir, sin ningún fundamento jurídico, que Lula fuera candidato y, tras apartarlo de la carrera presidencial, el admirador de Pinochet y defensor de las dictaduras militares y de la tortura ha ascendido a un cargo desde el que amenaza no solo a las conquistas de todo un ciclo progresista en Amércia Latina, sino al futuro del mundo.

Y es que Bolsonaro ha prometido a las grandes corporaciones agrícolas que financiaron su campaña que habrá menos protección para el pulmón del planeta, el Amazonas, y que dará más facilidades a la explotación de sus recursos sin importar cuáles sean las circunstancias. Para él, el cambio climático es un complot. Para él, las escuelas son un campo de batalla para la guerra cultural y se ha autoimpuesto una misión: limpiar la «basura marxista» que promueve la igualdad social y de género. Bolsonaro es, en definitiva, el Trump de América Latina, afín a sus formas y estrategias, pero en su versión más radical.