13 ENE. 2019 MOVILIZACIONES DE «ORAIN PRESOAK» «Presos ya», doble clamor desde Bilbo a Madrid y de Baiona a París 85.000 personas (76.000 en Bilbo y 9.000 en Baiona) trasladaron un mensaje rotundo hasta Madrid y París; es hora de acabar con políticas de excepción que castigan a presos y familiares. Última actualización: 13 ENE. 2019 - 08:26h Ramón SOLA BILBO Tras un 2018 que ha abierto algunas fisuras en las políticas carcelarias francesa –sobre todo– y española, una multitud vasca se echó a la calle ayer para instar a París y Madrid a dar profundidad y celeridad a esos cambios. La doble convocatoria de «Orain Presoak» se tradujo más como «presos ya» que como «presos ahora», porque los mensajes insistieron en la urgencia absoluta de acabar con el alejamiento, excarcelar a los presos enfermos graves y abrir el candado del primer grado en el Estado español. Si a nivel cuantitativo la doble convocatoria constituyó un éxito de participación, el cualitativo no le fue a la zaga. En la capital vizcaina estuvieron todos los grandes sindicatos sin excepción, fuerzas políticas como EH Bildu y Podemos (esta oficialmente por vez primera), algunos cargos del PNV a nivel personal y representantes también de fuerzas catalanas como ERC o la CUP. Pero el impacto de la movilización se notó también en declaraciones externas como la realizada por la mañana en Radio Euskadi por Eneko Andueza, secretario general del PSE en Gipuzkoa e interlocutor habitual del Gobierno Sánchez para este tema. Andueza afirmó, sin más concreciones, que se van a producir excarcelaciones de presos enfermos (desde junio cuatro han sido acercados pero ninguno liberado). En Ipar Euskal Herria, a la conocida adhesión de fuerzas de todo el arco político salvo la ultraderecha se sumó ayer un dato clarificador: el 65% de los alcaldes de los tres herrialdes respaldaban la movilización. En ambos sitios el recorrido se colmó casi al completo. Con colapso en Bilbo, que impidió un año más (y ya van ocho) que GARA usara su sistema de recuento. Cuando la cabeza llegó al punto final, las últimas filas estaban casi en la salida, en la calle Ávila. Por ocupación espacial, supone unos 72.000 manifestantes, a los que hay que sumar unos 4.000 que se quedaron fuera del recorrido en la zona del Ayuntamiento o calles adyacentes a Zabalburu como San Francisco o abandonaron la marcha masivamente (sobre todo familias con niños pequeños) ante la imposibilidad de avanzar, sobre todo en Autonomía y el inicio de Hurtado de Amezaga. En Baiona sí pudo contarse la movilización, al ser menor y avanzar más fluida. Colaboraron para ello GARA y ‘‘Mediabask’’, en dos puntos diferentes y con un mismo resultado: cerca de 9.000 manifestantes. En ambos casos se superaron las cifras de 2016, cuando en enero se optó también por esta doble movilización: fueron entonces 63.000 en Bilbo y 8.000 en la capital labortana. IMPACTO POLÍTICO Dos datos reveladores: en el norte se sumaron a la marcha el 65% de los alcaldes, muchos de ellos de derechas, y en el sur Eneko Andueza (PSE) aseguró por la mañana que se excarcelará a presos enfermos.