Antes de comenzar el primer grand slam del año, el Abierto de Australia, Andy Murray tenía decidido retirarse del tenis en el torneo de Wimbledon debido al calvario que está sufriendo tras ser operado en enero de 2018 de su cadera. Sin embargo, el tenista escocés cayó eliminado ayer por el castellonense Roberto Bautista en un partido épico de cuatro horas que se definió en cinco sets: 6-4, 6-4, 6-7, 6-7 y 6-2.

Andy Murray, ganador de tres títulos Grand Slam, dos medallas de oro en Juegos Olímpicos y una corona en las ATP Finals, valorará la próxima semana si volver a operarse –en este caso deberá abandonar el tenis de manera definitiva– o descansar hasta Wimbledon para jugar allí su último torneo.

La solidez de Bautista, en una marcha superior a Murray, le llevó a liderar las dos primeras mangas, a pesar de que el anfitrión de la pista Melbourne Arena le seguía de cerca. Murray, quien no disputó la pasada edición del Abierto de Australia por lesión, tiró de orgullo e intimidó por primera vez a un Bautista amedrentado por la fuerza de un graderío que no quería despedir todavía a la leyenda.

A pesar de los dos inverosímiles sets conseguidos por el británico para establecer la igualada en el marcador, la frescura de Bautista continuó intacta frente a un Murray exhausto y con evidentes problemas en su espalda.

Por su parte, el estadounidense John Isner (2,07 metros) dio la sorpresa al caer eliminado en el duelo de gigantes ante su compatriota Reilly Opelka, de 2,11 metros, por 7-6(4), 7-6(6), 6-7(4) y 7-6(5). Opelka logró 40 saques directos e Isner, 47.

En el cuadro femenino, no fallaron las favoritas Caroline Wozniacki, vigente campeona en Melbourne, y Angelique Kerber, ganadora en Wimbledon, así como Maria Sharapova (30), Aryna Sabalenka (11), Sloane Stephens (5) o la australiana Ashleigh Barty (15).