Una vuelta de calcetín es lo que ha vivido la Real desde su cambio de entrenador, fudamentalmente en los resultados, a tal punto que de estar pendiente de los puestos de abajo ha pasado a hacer cuentas con las posiciones que dan acceso a jugar en competición continental.

Sin embargo, como escribía ayer en su crónica Joseba Iturria, no solo han cambiado los resultados sino que la llegada de Imanol Alguacil «ha revitalizado a toda la plantilla al repartir los minutos entre todos los jugadores», además de hacer debutar a dos jugadores de Zubieta –Aihen Muñoz en defensa, desplazando a Theo Hernández, y al delantero Roberto López ante el Espanyol– y también recuperar para la causa a jugadores en otros momentos decisivos y con mucho peso en el grupo como Asier Illarramendi o que deciden partidos desde la portería como Rulli o desde la delantera como Willian José, a pesar de que tras el encuentro del lunes el brasileño dijo que «estaba tranquilo porque sabía que los goles llegarían».

Esa tranquilidad que dijo que a él no le había abandonado es la que ha aportado el técnico de Orio a la grada de Anoeta y eso que en el compromiso contra el Espanyol los aficionados sufrieron más que en un parto. El factor sufrimiento siempre está ahí porque en Primera cualquiera pude darte un disgusto, la diferencia estriba en que ahora la Real gana partidos.

Ahora, para ganar el siguiente, el de Copa, la Real realizará su último entrenamiento esta rade a las 16:30 (puerta cerrada).

Y mañana vuelta de Copa

Este partido de vuelta viene con viento también favorable tras el empate a cero de hace una semana en Sevilla.

Si nos atenemos a las estadísticas del rival, el Betis ha superado cinco de las doce eliminatorias de este torneo en las que empató a cero la ida en casa. Pero en tres de las cuatro últimas ocasiones en las hubo un 0-0 en el Benito Villamarín, cuando la competición copera ya había instaurado la norma del valor doble de los goles a domicilio, los verdiblancos resolvieron a su favor la eliminatoria en campo adverso. Así que ¡cuidado!