Todas las opiniones son respetables, reza una especie de axioma. Pues no. Y tampoco necesitamos entrar en soflamas extremas sobre razas o géneros.

Se lo escuchaba hace unos días a Juanma Lillo, aunque el vídeo ya tiene un tiempo: «Todo el mundo tiene derecho a opinar, pero no todas las opiniones son respetables». Entendiendo respetable como ‘merecedora de ser tenida en cuenta’.

El tolosarra, en ese momento en el banquillo del Nacional de Medellín, ponía como ejemplo que él puede pontificar sobre el proceso de crecimiento de las mariposas en Camerún, pero que sus palabras no valen un pimiento.

Lo ratificaba el miércoles Marcelo Bielsa: «No sé inglés, pero puedo hablar de los 24 equipos de la Championship». El argentino, que entrena al Leeds, líder de la segunda división, ha sido acusado de enviar a sus ayudantes a ‘espiar’ los entrenamientos de sus rivales. No es ilegal, pero al parecer en Inglaterra se considera poco ético.

Bielsa lo ha reconocido. No solo eso. Convocó a la prensa, y durante hora y media enseñó el trabajo de análisis que lleva a cabo junto a su equipo.

Explicó que ha visto y diseccionado 51 partidos del Derby County, su próximo rival. Mostró páginas y páginas con datos de esquemas tácticos, de cada jugador… Y eso lo ha repetido con cada uno de sus adversarios. Por algo llaman ‘Loco’ al ex del Athletic. Loco, pero respetable.

Servidor asumió, tampoco hace tanto tiempo, que sabe un poco de tres o cuatro asuntos y que del resto no tiene casi ni idea. Avisados quedan, si es que no se habían dado cuenta hasta ahora.