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AZKEN PUNTUA

Un botijo de agua


Las intervenciones de Aitor Esteban como portavoz del Partido Nacionalista Vasco en el Congreso siempre son jocosas y, como suele ser habitual en el diputado vasco, la semana pasada provocó las carcajadas de sus señorías al señalar que a peperos y comparsas les daba igual que en las conversaciones con los soberanistas catalanes hubiera un relator o un «botijo de agua fresca».

Lo que sí extrañé en su discurso, al margen de los olvidos de rigor, fue que no puntualizara algunas de sus afirmaciones como, por ejemplo, que «en la calle no se convocan las elecciones»… salvo en Venezuela, donde no solo se pueden convocar las elecciones en la calle sino, incluso, elegir a sus presidentes. Hasta con un voto, el de Donald Trump, es suficiente para que Esteban y su partido reconozca y se sume al golpe de Estado.

En alusión a Ciudadanos, decía Esteban, «un verdadero partido de centro (como el PNV) ha de defender siempre el diálogo y nunca la imposición y el ordeno y mando»… salvo en Venezuela, donde en lugar de procurar el diálogo, por encima de la Constitución de ese país, de Naciones Unidas y del sentido común, se ordena y manda que en lugar del legítimo Gobierno venezolano se proclame como presidente no un botijo de agua sino un orinal de mierda.

(Preso politikoak aske).