El preso errenteriarra Aitzol Gogorza podrá afrontar su enfermedad síquica en casa tras concedérsele la prisión atenuada. Lo ha autorizado el Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria a propuesta de la Junta de Tratamiento de Basauri. Atrás quedan veinte años de cárcel, los últimos ocho arrastrando esta grave dolencia que ha provocado periódicamente episodios médicos preocupantes. Y atrás queda también una incesante movilización popular, sobre todo en Errenteria, donde en los últimos tiempos su causa se ha sumado a la de otro preso enfermo del pueblo, Mikel Arrieta. Los cuatro grupos municipales (incluido el PSE) habían demandado su excarcelación, igual que las movilizaciones de Sare, pensionistas, otros colectivos...

Gogorza abandonó de mañana la prisión de Basauri para ser trasladado a Martutene, donde completó unos trámites burocráticos ya que será la Junta de Tratamiento de la prisión donostiarra la que se encargue de su seguimiento, explicó a NAIZ su letrada, Onintza Ostolaza. A mediodía abandonó la cárcel donostiarra, en cuyo exterior esperaba su familia, con la que subió hasta el complejo hospitalario. Y allí ha quedado ingresado para recibir tratamiento médico y terapéutico, en lo que su abogada ha definido como «fase intermedia».

Terminada esta, será llevado a su domicilio, donde seguirá cumpliendo su condena. Tendrá que portar una pulsera telemática, y solo podrá abandonar su casa para asistir a terapia o consulta. Gogorza sufre trastorno obsesivo compulsivo, trastorno depresivo y conducta autolítica con alto riesgo de suicidio. Durante los últimos años ha sido ingresado en repetidas ocasiones, pero pese a la gravedad de su estado siempre se había denegado su excarcelación.

La Junta de Tratamiento de Basauri la propuso ahora aludiendo a su situación médica y también a su «correcta adaptación y buena conducta».

Gil y Foruria, hace 10 y 8 años

La prisión atenuada es una previsión legal que fue concedida hace una década a varios presos vascos, algunos ya fallecidos por la evolución de sus enfermedades, como Belen González Peñalva o hace apenas tres semanas Juan José Rego Vidal. Sin embargo, luego el Gobierno Rajoy la interrumpió y llevó al extremo su cerrazón verbalizando el criterio de que no debía haber excarcelaciones hasta que la esperanza de vida se situara en torno a los dos meses.

En los casos extremadamente graves se había optado por la suspensión de condena, que es lo que hizo el Estado francés con Oier Gómez Mielgo y el español con Jesús Mari Maiezkurrena, ambos ya fallecidos.

Junto a Gogorza están en prisión atenuada Mikel Gil Cervera y José Ramón Foruria, a los que se les concedió este régimen en 2009 y 2011 respectivamente.

Cronología

1999

Gogorza, nacido en 1975, es detenido en el Estado francés por pertenencia a ETA. Se le imponen allí diez años de cárcel. Ya en Poissy es atendido por problemas de desequilibrio obsesivo compulsivo.

2011

Tras dos entregas temporales previas al Estado español, es extraditado para cumplir otra condena de 20 años impuesta por la Audiencia Nacional. Ese año su dolencia empeora (en Soto del Real se le encierra en aislamiento). Se le aplica un protocolo especial antisuicidios las 24 horas.

2014

Se suceden las crisis, hasta el punto de que Aitzol Gogorza es hospitalizado 27 veces en cinco años y se producen dos intentos de suicidio. No obstante, todas las iniciativas jurídicas para excarcelarle resultan infructuosas. En 2014 se le deniegan tanto la suspensión de condena como la prisión atenuada.

2019

El 5 de febrero, la Junta de Tratamiento de la prisión de Basauri propone al fin la aplicación de la prisión atenuada. La Fiscalía se posiciona a favor de esta opción. El pasado lunes (25 de marzo), el juez central de Vigilancia Penitenciaria, José Luis de Castro, aprueba esta excarcelación, que se materializa finalmente durante el día de ayer.