17 ABR. 2019 AZKEN PUNTUA Eufemismos Koldo Campos Escritor Con el cambio de siglo la Escuela de las Américas también cambió de nombre aunque no de función: adiestrar a militares latinoamericanos en la guerra contra sus propios pueblos. Luis Caldera, secretario del Ejército de los EEUU, lamentó entonces que «entre tantos graduados por la democracia se colara algún granuja». O lo que es lo mismo si me atengo al diccionario de sinónimos, que los golpistas argentinos Viola y Galtieri fueron unos pilluelos; que Manuel Contreras, jefe de la tortura en Chile, fue un pícaro; que el dictador boliviano Hugo Banzer o el guatemalteco Ríos Montt fueron unos malandrines; y que los agentes de la CIA Luis Posada Carriles (terrorista gusano) o Heriberto Lazcano (jefe del cártel mexicano de Los Zetas) todos alumnos de la Escuela de las Américas, fueron unos bribones. El Estado español también dispone de eufemismos y son declarados como abusos policiales los asesinatos, secuestros y torturas del Estado. O lo que es lo mismo si me atengo al diccionario de sinónimos, que Rodríguez Galindo se extralimitó; que lo de Elgorriaga y Sancristóbal fue una tropelía; que se propasaron Vera y Barrionuevo; que lo de Garzón fue una grosería y que el enigma sin resolver en el abecedario español solo fue una gamberrada de Felipe González. (Preso politikoak aske)