GARA Euskal Herriko egunkaria
REAL

Sigue la dinámica negativa

Un sector de Anoeta, que ya perdió la paciencia con el empate, despidió con pitos a su equipo tras sumar una victoria en diez partidos.


REAL SOCIEDAD 0

VILLARREAL CLUB FÚTBOL 1


La Real vio agravada ayer su racha negativa al perder con un Villarreal que celebró la victoria como si supusiera su salvación al aventajar en cinco puntos a la zona de descenso que marca el Girona, que queda a siete del equipo blanquiazul cuando solo faltan doce por disputarse.

Porque sí, la Real está más cerca del descenso que de la séptima plaza y la dinámica negativa se amplió ayer en Anoeta porque son diez partidos con una victoria, diecisiete en el nuevo Anoeta con solo cinco triunfos, porque Raúl Navas amplió la relación de jugadores lesionados y porque el equipo fue incapaz de rematar ninguno de los seis saques de esquina que lanzó y en el tercero que concedió tras un lanzamiento de Cazorla que despejó Willian José, el asturiano colgó el balón sin que Theo impidiera su centro y Gerard marcó tras superar a Aritz en el salto. Noveno gol encajado de corner, el que más de Primera y la mayoría en esta mala racha.

Pero lo peor del partido fue la sensación de que Anoeta no comprende a sus jugadores en la difícil situación en la que se encuentran porque es muy difícil afrontar un partido en una racha negativa con tantas bajas y el empate es el mejor resultado cuando no se puede ganar. Y hubo pitos a los jugadores en una acción anterior al gol por mantener la posesión del balón y no perderlo, y esa inquietud y ese deseo de ganar no ayudó a que su equipo no perdiera, como no ayudan los silbidos al final del partido a unos jugadores que hacen lo que pueden y lo que creen y son capaces de competir ante un equipo de más presupuesto como el Villarreal hasta cuando les faltan cinco de sus mejores jugadores. Los únicos que les trasmitieron su apoyo fueron los integrantes del fondo de Aitor Zabaleta y los jugadores lo agradecieron porque es ahora cuando más necesitan apoyo, no cuando se clasifican para la Champions.

Con Merino de pivote defensivo

Porque no fue todo negativo ayer. El equipo respondió bien a las bajas del centro del campo. Imanol presentó la alineación esperada con Merino, Pardo y Sangalli y los dos que menos han jugado demostraron que merecen un sitio en esta plantilla. El navarro fue el encargado de jugar más cerca de los centrales, con Pardo a su izquierda y Luca Sangalli a la derecha. La variante táctica llegaba porque no era el donostiarra quien se encargaba de presionar al central izquierdo, Funes Mori, en la salida del balón del Villarreal, sino Oyarzabal, con lo que Zaldua presionaba al lateral izquierdo, Quintilla, y Merino se colocaba entre los dos centrales para ayudarles a defender a los dos delanteros castellonenses.

A diferencia de lo que sucedió en el último partido de Anoeta ante el Eibar, la Real salió decidida a jugar el fútbol con el que se sienten cómodos sus jugadores, con el balón. Los dos entrenadores trasmitieron antes del partido que una de las claves iba a estar en quién se imponía en esta faceta y en el primer tiempo la posesión la acaparó el equipo blanquiazul, 61,5 por 38,5% del rival, pero sin crear ocasiones.

El único remate entre los tres palos del primer tiempo lo protagonizó Luca Sangalli sin peligro a las manos de Andrés Fernández. Un par de disparos de Willian José y otro de Sangalli fuera y una acción en la que ni Pardo ni el brasileño encontraron el hueco para disparar fue todo lo que se pudo rescatar del juego de ataque local. Pero menos hizo el Villarreal, que apenas inquietó en una internada de Samu que Rulli desvió a corner y en una pérdida de Merino que no pudieron aprovechar.

Cambio en la segunda parte

El Villarreal salió decidido a ofrecer más en el segundo tiempo y de entrada Gerard ocupó la plaza de Bacca, empezó a jugar más en el campo de la Real y el partido se abrió más.

Así enseguida llegaron las dos primeras ocasiones claras del encuentro en un remate de Oyarzabal con el exterior en el minuto 55 que detuvo Andrés Fernández y en un disparo con la izquierda desde fuera del área de Samu en el 57 que obligó a Rulli a una gran intervención.

Imanol buscó la victoria con la entrada del juvenil Ander Barrenetxea en la banda derecha, con lo que Oyarzabal centró su posición para jugar de media punta y Sangalli pasó a la izquierda en el lugar del sustituido Pardo. Además Theo entró entre pitos en sustitución de un Aihen que se marchó con aplausos, y la relación de jugadores lesionados muscularmente de cada partido la aumentó Raúl Navas, lo que motivó la entrada de Le Normand sin calentar.

El entrenador oriotarra buscó la victoria y encontró la derrota otra vez tras un saque de esquina cuando ya no había tiempo para reaccionar. Fornals pudo marcar el 0-2 en un remate que despejó Rulli y Theo empatar en el 90 en un cabezazo que salió fuera, pero el partido acabó con un gol y con pitos, más triste de Anoeta a sus jugadores y la celebración de los del Villarreal.

Quizás hay que valorar la reacción de un equipo con más presupuesto como el castellonense que se va a salvar gracias a rectificar un error con Javi Calleja para entender que igual en vez de buscar más culpables hay que admitir el gran error que se cometió hace poco más de un año en Anoeta. En la grada y en la sala de juntas del Consejo.