BARCELONA 3

LIVERPOOL 0

Intensidad, velocidad, nervios, tres golazos y aún con el choque de vuelta por jugar en Anfield. ¿Qué más se le puede pedir a una semifinal entre Barcelona y Liverpool? Poco más. O nada.

Y es que el duelo fue veloz, disputado a una velocidad endiablada que pilló de sorpresa al Barça. Los culés eran incapaces de sacar la pelota jugada desde atrás, en gran medida porque el Liverpool presionaba muy bien la salida de balón local.

Una de las primeras sorpresas llegó ya en el once del Barça, en el que Arturo Vidal arrebató el puesto en la medular a Arthur Melo. Ernesto Valverde apostó por un jugador más agresivo y con más llegada que el mediocentro brasileño. Además, puso a Sergi Roberto en lugar de Semedo en el lateral derecho. En la delantera, Txingurri situó a Leo Messi y a los ex jugadores Reds Luis Suárez y Coutinho.

Pero en el Liverpool también hubo un cambio destacable en el once, ya que Wijnaldum fue titular en lugar de un Roberto Firmino que el martes entrenó con normalidad después de superar unas molestias en el abductor. En este caso, Jürgen Klopp no se la jugó y dejó descansar al atacante brasileño.

A quien no dejó descansar fue a Virgil van Dijk, el recién nombrado jugador de la temporada en la Premier. El central del Liverpool tuvo que lidiar con Messi y Suárez, este último antiguo compañero en el Groningen.

Sin embargo, Salah por su banda derecha, y Mané, cuando salía fuera de su entorno a recibir a la banda izquierda, hacían muchísimo daño a Lenglet y Piqué. Pero la lesión de Keita en el minuto 20 trastocó los planes de Klopp, que tuvo que sustituirlo por Henderson, que pasó a la banda derecha. Y por ahí comenzó a llegar el peligro del Barça, por la banda de un Jordi Alba que desatascó el panorama con un genial pase entre líneas para que Luis Suárez se echase con todo al suelo y marcase su primer gol en esta Champions League. El charrúa no anotaba desde abril de 2018.

El lateral zurdó culé siguió haciendo daño por su banda, mientras Messi bajaba a la defensa para ayudar a su equipo y llevarse una de las ovaciones de la noche al sacar con muchísima calidad la pelota de una zona imposible en la defensa.

Los Reds, mientras tanto, seguían a lo suyo, sin venirse abajo. Y Mané tuvo el empate en sus botas, pero el delantero disparó alto solo ante Ter Stegen.

El encuentro se calentó en los últimos minutos de la primera parte, con varias faltas a Messi y un Suárez intimidando a los rivales antes de irse a vestuarios.

Gran Ter Stegen; imperial Messi

Un rodillazo en la espalda de Matip al delantero charrúa al comienzo de la segunda parte parecía que el calentamiento seguiría, pero la cosa no fue a más.

Quien sí fue a más fue Mohamed Salah. Siguió volviendo loco a la defensa, aunque se encontró con un excelente Ter Stegen, que detuvo tres disparos clarísimos de los visitantes.

Pero aún faltaba alguien por aparecer. Y ese no era otro que Leo Messi. Anotó el 2-0 a puerta vacía, pero lo mejor estaba por venir en el 82, cuando puso el balón en la mismísima escuadra tras una falta directa, cumplió la amenaza que entendió Klopp y se encamina a una nueva final.

La Europa League vive sus semifinales

La segunda competición europea tampoco descansa y hoy mismo a las 21.00 se disputan los dos encuentros de ida de semifinales: Frankfurt-Chelsea y Arsenal-Valencia.

Los equipos ingleses están de enhorabuena esta temporada. Dos en Champions League (Liverpool y Tottenham) y otros dos en Europa League. Lo ‘malo’ de este hecho, si es que puede haber algo negativo, es que se podría dar la casualidad de que ninguno de ellos llegue a sus respectivas finales. Sería el peor de los escenarios, pero ojo, no es imposible.

Para empezar, el Arsenal de Unai Emery y Monreal recibe en la ida a un Valencia finalista en Copa, de menos a más desde principio de curso en Liga y con opciones serias de acabar en puestos Champions, y que quiere gastar todos sus cartuchos para poder festejar hasta dos títulos el mismo año de su centenario.

En el otro duelo, el Frankfurt llega con la moral por las nubes tras clasificarse con un global de 4-4 ante el Benfica por el valor doble de los goles a domicilio. El Chelsea de Kepa y Azpilicueta sufrió para eliminar al Slavia.I. C.