EDITORIALA
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Ecos de guerra resuenan con fuerza en Israel

La movilización del pasado viernes para exigir el fin del bloqueo a Gaza y la vuelta de los refugiados terminó con un manifestante palestino muerto y más de 50 heridos por el fuego israelí. También resultaron heridos dos soldados israelíes, hecho que sirvió de pretexto a Israel para bombardear la Franja de Gaza. Un ataque que posteriormente fue respondido por milicianos palestinos y que ha terminado desatando una espiral de violencia en la que han muerto casi dos decenas de palestinos, entre ellos bebes, niños y mujeres embarazadas, y varios civiles en Israel.

La secuencia tiene su importancia para evitar caer en la trampa de la propaganda israelí que oculta los ataques propios y subraya los ajenos. Pero todavía más importante que la secuencia concreta es el contexto general, marcado por la ocupación de Palestina y el bloqueo de la Franja de Gaza por parte de Israel. Un asedio completamente ilegal, puesto que somete a dos millones de personas a un castigo colectivo, algo totalmente contrario a los preceptos básicos de los derechos humanos. La ocupación, el bloqueo ilegal y la ausencia de cualquier perspectiva de paz son las principales causas que amenazan la seguridad y la estabilidad de la región, tal y como subrayó Jordania, que pidió la intervención de la comunidad internacional. En las antípodas de esa posición se situó la Unión Europea que se limitó a condenar los ataques de las milicias palestinas y a reiterar su «compromiso fundamental con la seguridad de Israel». Pero, ¿dónde han quedado los derechos humanos?

Los fantasmas de la guerra de 2014 siguen muy presentes y, una vez superadas las elecciones de abril en Israel, los tambores de guerra resuenan cada vez con más fuerza. En esta situación corresponde a la comunidad internacional asumir el liderazgo para reducir la tensión, y buscar una salida política al conflicto que se base en el respeto a los derechos humanos y en la creación de un Estado palestino independiente en las fronteras del 4 de junio de 1967.