Raimundo Fitero
DE REOJO

Reforma

Olvidados de aquella disyuntiva entre ruptura o reforma, andamos sujetos a unas alternativas programáticas en el terreno de lo supuestamente enmarcado en el entretenimiento que no dejan de ser apuestas de calado partidista. El duopolio se pone a competir en un lunes con dos productos de gran audiencia. Una serie policiaca colocada en los años setenta del siglo pasado, y una suerte de fórmula muy frecuentada en otros campos televisivos como es el de las reformas de casas, almacenes o incluso palacios en Atresmedia. Se llama “Máster en reformas”, y es una suerte de competición, concurso, que dará mucho que hablar a los cuñados. La serie de Mediaset, “Brigada Costa el Sol”, se emitió en Cuatro y Telecinco a la vez, es decir, iban a copar audiencias. Ambas tuvieron buenos resultados.

Focos en Moncloa, donde Sánchez ejerce de presidente y la oposición azul y naranja se pelea por el segundo puesto. Zipi Casado va muy tranquilo. Zape Rivera va muy sobrado. Los juzgados, las juntas electorales, todo el entramado que limita la libertad de elección y de participación han hecho una vez más el ridículo y Puigdemont se podrá presentar a las europeas. En Cuatro se entrevistó en directo al afectado. Y sus respuestas y su actitud fueron de buen nivel. El auténtico problema vendrá si sale elegido y cómo hará para tomar su acta. Un lío. Mientras atendemos a estos asuntos más lo de Venezuela que, curiosamente, no está siendo aprovechado por la derecha española, un informe indica que crece la pobreza extrema en el globo terráqueo y que unos cien millones de seres humanos por año se están quedando sin una sanidad adecuada como para poder combatir lo básico y las epidemias que aumentan. En el Congo el ébola está causando estragos. Convendría reformar el mundo antes del apocalipsis.