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EDITORIALA

La abnegación como modelo social


El candidato a diputado general de Bizkaia por el PNV, Unai Rementeria, publicó anteayer un tuit sobre un comerciante que trabaja más de 16 horas al día y que además no se queja, que ha provocado una fuerte polémica en las redes sociales y también los actos políticos. GARA le preguntó ayer por ello y Rementeria no se retractó sino que sostuvo el punto central del argumento y dijo no entender el escándalo.

Tan interiorizada está la precariedad en este capitalismo del nuevo milenio que Rementeria no se da cuenta y considera normal que la gente trabaje más de 16 horas al día, tantas como en los tiempos de la revolución industrial. No se da cuenta que trabajar hasta la extenuación para poder sobrevivir no es vida; que más allá del trabajo tiene que haber también tiempo para el descanso, para las relaciones sociales, para la familia o para el ocio. Tampoco se da cuenta de que esos horarios inhumanos contravienen la legislación laboral. Y no se da cuenta de que esos jornadas laborales infinitas nada tienen que ver con una sociedad que se define a sí misma como de bienestar.

Tampoco acierta a ver que si un autónomo tiene que trabajar tantas horas para mantener su negocio es que algo falla y que ese negocio no tiene futuro. Y alguien se lo debería decir antes de que el banco se quede con todo. Pero para eso no suele haber nadie. No suele haber medios para hacer un plan de viabilidad que le confirme si merece la pena seguir o no; tampoco suele haber nadie para que le acompañe cuando va a negociar con el banco. Para esas cosas no hay medios, ni planes, ni medidas, ni propuestas.

En el fondo, se reafirma en lo dicho porque el trabajo sin fin y sin quejas es el mejor ejemplo de abnegación que se le podía haber ocurrido al aspirante a diputado general. Ese es el verdadero modelo de sociedad al que aspira: una sociedad precaria en la que la ciudadanía trabaje hasta la extenuación, no proteste y no luche por cambiar las cosas; es suficiente con que se limite a votarle. No podía haber dejado más claro su programa neoliberal.