Primer ateo convencido de esta religión bautizada como football, que llegó a tachar de «traidor» al mismísimo Ernesto Ché Guevara por abrazar el béisbol en su estancia cubana, el escritor uruguayo Eduardo Galeno sostenía que «un domingo de fútbol uno se puede morir de un infarto; sin fútbol se muere de aburrición». Tocaron a su fin las grandes ligas europeas, pero el balón no dejar de rodar ni en el eurocéntrico Viejo Continente ni en otras latitudes de este planeta que por algo es esférico. Mientras en la cuna del próximo Pelé, Di Stéfano, Maradona o Messi arrancará en breve la Copa América (14 de junio), lo hará la Copa Oro de Centroamérica, Norte y el Caribe (16 junio) o la Copa de África de Naciones (24 de junio), amén del Mundial de Francia femenino, este miércoles se dirime la fase final de la nueva Liga de Naciones de la UEFA que tendrá su desenlance este domingo, en el Estadio Do Dragao de Oporto, donde la clasificada y anfitriona Portugal puede levantar un nuevo título tras la Eurocopa de 2016, eso sí, con permiso de las selecciones de Suiza, Países Bajos e Inglaterra. ¿Quién dijo «aburrición»?

Lusos y helvéticos abren fuego esta tarde en el estadio de la final y mañana lo harán, en la siguiente semifinal, tulipanes y combinado de los ‘Tres Leones’, el mismo que quiere rubricar la sobresaliente temporada para el fútbol inglés, con los Liverpool y Chelsea en lo más alto de ese podium continental de clubes. Estrenar título y de paso un goloso premio en metálico de 10,5 millones de euros para el país ganador. En cambio, este minitorneo que reúne a los cuatro vencedores de los grupos de la Liga A, la más destacada, no da plaza para la Eurocopa de 2020.

«Quieres dar esa alegría a la gente. Como futbolista, de eso es de lo que quieres formar parte. Creo que si seguimos adelante y ganamos, será otro peldaño más para conseguir grandes cosas en el futuro», manifiesta un Harry Kane que seguro quiere resarcirse de la aún hiriente final de Champions. El delantero de los Spurs confía en estar preparados como Selección para medirse a unos Países Bajos que han dejado atrás su travesía en el desierto y van a por todas de la mano del infranqueable Red Virgil van Dijk, los imberbes ajacied Matthijs de Ligt y Frenkie de Jong o el renacido en el Lyon francés Memphis Depay. Enfrente, un rosario de jugadores de enorme talento y basta con fijarse en el potencial ofensivo inglés: además de Kane, Lingard, Rashford, el mejor asistente continental con el Dortmund el joven Jadon Sancho o Sterling.

A priori, neerlandeses e ingleses protagonizarán mañana la semifinal más atractiva. «Siempre es una batalla» entre los dos países», ha resumido el seleccionador Ronald Koeman, viendo en este encuentro «una gran oportunidad de demostrar que estamos en el buen camino». La cita es en Guimaraes, donde esperan la cortés visita de 18.000 ingleses llegados de las Islas. El seleccionador Gareth Southgate se ha puesto la venda antes de la herida: «Formáis parte de nuestro equipo. Haced que el país se sienta orgulloso», o pedir a sus hinchas que se porten bien.

Suiza busca estrenar palmarés

The Three Lions podrían ofrecer a sus aficionados un trofeo que esperan desde el Mundial de 1966, mientras que sus rivales se quedaron en su victoria en la Eurocopa de 1988. Antes, hoy, la Portugal del veterano ya Cristiano Ronaldo, 34 ‘tacos’, pero también del prometedor Joao Félix, solo 19 añitos, ante la outsider y multicultural Suiza, la selección que quiere estrenar su palmarés. Partido quizá espeso el que se puede esperar, a la espera de los errores, o error, del contrario. Portugal tira de lo de siempre y lo fía todo a su veteranía; Suiza, un equipo de rápidas transiciones, afilado como una navaja, que tendrá, en principio, al exrealista Seferovic como punta de lanza, con los Shaqiri y Xhaka como nombres más resultones en los helvéticos.

El menú principal postMundial de Rusia está servido. El veredicto de esta Liga de Naciones de la UEFA será el anticipo a su vez de lo que los Messi, Neymar, Mohamed Salah, Sadio Mané y compañía den de sí en esa siempre competida Copa América en Brasil hasta el 7 de julio y en esa enigmática Copa de África en Egipto hasta el 19. Eduardo Galeano ya lo decía: «No hay nada menos vacío que un estadio vacío. No hay nada menos mudo que las gradas sin nadie». O que un verano sin fútbol. Que ruede.