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JOPUNTUA

Oh lâ là, Madame Colau


Vivimos tiempos en que lo obvio no resulta evidente, donde los diferentes tipos de falacias en el lenguaje, que describieran los filósofos antiguos, constituyen la columna vertebral de los discursos de los profesionales de la palabra, esos individuos que ofician de políticos.

En Comú Podem (marca de Podemos en Catalunya) pide a Esquerra Republicana y al PSC (marca del PSOE en Catalunya), como fuerzas de izquierda, que se unan para elaborar un programa progresista para la ciudad de Barcelona. Al decir de muchos de los creadores de Podemos, la dicotomía izquierda/derecha no reflejaba la realidad social; eran acepciones caducas. Están «los de abajo», el pueblo, y «los de arriba», la casta. De un tiempo a esta parte los llamados herederos del 15-M han vuelto a recuperar el concepto «izquierda»&flexSpace;para aplicarlo al PSOE y así poder ser su aliado natural. Et voilâ!

La Colau, segunda lista más votada en Barcelona, presenta su candidatura a la alcaldía ante la negativa al diálogo del PSC y Esquerra para formar gobierno. El PSC habla de impedir a toda costa que un independentista pueda ser alcalde de Barcelona. Y a Esquerra, al parecer, no le sentó bien que el PSC votara la aplicación del 155, suspendiera la autonomía de Catalunya, disolviera por la fuerza el Parlament, hiciera exiliarse a su president o encarcelara a sus dirigentes amén de apoyar la represión del referéndum del 1-O y un largo etcétera de tropelías.

Así Ada, madrina de Valls, como algunos maledicentes han empezado a llamarla, se sitúa en la equidistancia entre dos «sinrazones», la de los encarcelados y la de los carceleros. Qué hermosa gesta. Ya ha recibido el apoyo del exministro de Interior francés, ahora en Ciudadanos, que ayer tuiteó: «Para Navarra la propuesta de Navarra Suma es la más responsable y la única posible para los constitucionalistas. No hay pactos posibles con los nacionalistas y los separatistas. Eso exige responsabilidad, pactos, generosidad, sentido del Estado».

C’est la politique mes amis.