PSOE y Unidas Podemos han encontrado un término –«Gobierno de cooperación»– que les permite seguir negociando la investidura de Pedro Sánchez, cuando los primeros prefieren un Ejecutivo en solitario y los segundos apostaban por uno de coalición.

Pedro Sánchez abrió ayer con Pablo Iglesias la ronda de conversaciones en la que por la tarde recibió al líder de Cs, Albert Rivera, y al del PP, Pablo Casado.

A la salida de ese primer encuentro, el secretario general de Unidas Podemos afirmó que el presidente en funciones, Pedro Sánchez, le ha ofrecido «empezar a trabajar un Gobierno de cooperación», aunque avisó de que, al margen de cómo se califique, en ese Ejecutivo deben estar representadas las distintas fuerzas que lo formen.

Pablo Iglesias insistió en que lo importante ahora es que se dé «un Gobierno plural» que sea capaz de abordar los grandes retos del país y no el adjetivo que se le ponga. «Para nosotros el nombre es lo de menos», manifestó Iglesias, añadiendo que «si para el PSOE utilizar significantes distintos le va bien, a nosotros nos da igual».

La vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, quiso luego dejar claro que el Gobierno de cooperación que Pedro Sánchez ha ofrecido a Pablo Iglesias no equivale a un Gobierno de coalición. Pero prefirió hablar de «Gobierno liderado por el PSOE» y no de un gabinete «en solitario». Aseguró que será un gobierno «abierto, plural, integrador, incluyente, representante de diferentes sensibilidades y con personalidades referentes de sus distintos ámbitos».

PSOE y Unidas Podemos seguirán negociando el fondo y la forma de ese gobierno con reuniones que en adelante serán «discretas».

Albert Rivera y Pablo Casado

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, estuvo menos de tres cuartos de hora con Pedro Sánchez, al que instó a formar Gobierno, aclarándoles que «tiene la obligación constitucional de hacerlo», y aseguró que lo lógico es que lo haga con sus «socios habituales, los populistas y nacionalistas».

Luego llegó el presidente del PP, Pablo Casado, que estuvo más de una hora reunido con Pedro Sánchez, al que advirtió que no le va a facilitar la investidura ni en primera ni en segunda votación, ni siquiera con su abstención. Se abrió a poder alcanzar «acuerdos de Estado».

La ronda seguirá hoy con el portavoz del PNV, Aitor Esteban, y representantes de Coalición Canaria, UPN, Compromís y el Partido Regionalista Cántabro, a quienes recibirá José Luis Ábalos y no Pedro Sánchez.

PP y Cs llevan a Vox a las Mesas de dos parlamentos

La Mesa es el órgano de gobierno de un parlamento, el que decide las cuestiones internas, el que puede determinar de qué se debate y de qué no, y entre PP y Ciudadanos han llevado a Vox a las dos Mesas que se han constituido hasta ahora tras las elecciones del 26 de mayo: la de la Asamblea de Madrid y la de Murcia, ambas presididas ahora por representantes del partido de Albert Rivera, el que dijo que nunca negociaría con los de Santiago Abascal. El «trifachito» controlará en adelante los dos parlamentos.

Además, Vox anunció ayer la firma de un acuerdo con el PP para gobernar la Comunidad de Madrid, que incluye su entrada en el Ejecutivo, según anunció su candidata, Rocío Monasterio. Ciudadanos dice rechazar este acuerdo, aunque ya está buscando fórmulas para ponerlo en marcha haciendo como que no existiera. Habla, por ejemplo, de que miembros de Vox entren con cargos por debajo de la categoría de consejero, con lo que técnicamente no formarían parte del gobierno, y que además esos cargos estén en departamentos a cargo del PP. El PP, por su parte, niega que en el «preacuerdo» que han firmado con Vox, previo a la conformación de la Mesa de la Asamblea, se recoja la entrada de esta formación en un futuro gobierno regional y alegan que de lo que se habla es de «proporcionalidad en entes y presupuestos» en base al número de escaños.GARA