APodemos parécele bien o no le parece mal, que viene a ser lo mismo o parecido, que Bildu sea excluido de la Mesa del Parlamento navarro. Las razones aducidas por el compañero asaltador de los cielos, Edu Santos, son de peso: al PSOE le incomoda la presencia de EH Bildu y como son los que pueden gobernar, pues eso, que no estén y así, de paso, ocupamos mesa nosotros. No hay mal que por bien no venga que diría el estoico.

Como análisis y estrategia consiguiente nada novedoso en el universo Podemos: en Barcelona el PSOE no quiere que un republicano de izquierdas catalán ocupe la Alcaldía; así que, con la nada deseada ayuda de Ciudadanos, me postulo de regidora aun sin acuerdo con los que determinarán toda mi política municipal. Y aquí paz y después gloria.

No hay duda alguna de que a los compañeros no identitarios y cosmopolitas críticos con lo que denominaban como «cambio tranquilo», cuyo deseo de unidad y su más que probado desapego a los cargos paradójicamente impidió ir juntos en las elecciones municipales; a ellos, la nueva situación, con la derecha navarra y española en el Ayuntamiento de Iruñea, les insuflará mayores bríos revolucionarios en la consecución de un único y revolucionario carril-bici que a todos nos iguale.

Amén de la posibilidad de un gaztetxe absolutamente autogestionado por y para jóvenes, libre de contaminación institucional que todo lo pudre. La joven madre de todos los gaztetxes ahora se conseguirá, desde la base, fruto de la lucha final contra UPN, PP y Ciudadanos. Todos atentos a la jugada.

Alguna vez absortos en combatir al enemigo principal acaban con nosotros, por la espalda, los enemigos secundarios; otras muchas ocurre al revés, enzarzados con los secundarios, acaba arrollándonos el principal. No estarían de más algunos cuadernillos de formación sobre aquello de la dialéctica de las contradicciones y sobre táctica y estrategia.

Encima se nos acaba de morir Marta Harnecker. Y otro compatriota suyo, Mate, que también sabía de la cosa esa que llaman marxismo, le ha acompañado.