Hasta la victoria, siempre

Mañana, en la Plaza Santa Ana de Iruña, despediremos a Mate, a Oscar Mateluna, chileno, militante del MIR que en 1978 llegó a Euskal Herria con un importante bagaje de lucha y compromiso a sus espaldas. El golpe militar de Pinochet contra la Unidad Popular de Allende le obligó a dejar su país, pero no su empeño solidario por combatir al lado de cualquier causa que hablase de mujeres y hombres nuevos en pueblos libres. Más allá del círculo íntimo de familiares y amistades que han convivido con él en Iruña, Mate fue, desde su venida a Euskal Herria, un referente imprescindible para toda la militancia internacionalista. Nombrar a Mate en una reunión era como darse de bruces con el afán de los sueños revolucionarios, en su caso, reforzados por la simpatía y ese don de gentes, «made in Mate», con el que se acercaba y te explicaba, con una solidez ideológica impecable, la fuerza que suponía la unión de los pueblos en la lucha antiimperialista. Tras su muerte, se ha publicado en las redes una imagen que refleja el pensamiento abierto de Mate sobre el trabajo internacionalista. Elecciones generales, junio de 1986. Caravana cultural y solidaria con HB. En la imagen, recogida en Gasteiz, Antonio Gades, Pepa Flores, Periko Solabarria, José Luis Elkoro y Mate. Ante la memoria de ese instante y por todos ellos, sólo puedo terminar así, «hasta la victoria, siempre».