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Bobadas alpinas

Límites


D espués de la mediática foto de la cola en las cercanías de la cumbre del Everest, se elevan voces pidiendo al Gobierno de Nepal soluciones, etc. Como si esto tuviera alguna solución que no fuera prohibir el ascenso, pero… ¿por qué habría de hacerse, siendo la fuente de ingresos que es para el Ejecutivo del país y la gente que trabaja en dicha montaña?. La palabra chunga: masificación. Pero ¡ay! queremos ir allí nosotros, pero que los demás no vayan pues se masifica y se pierde la experiencia. En Nepal no parecen estar por la labor de restricciones y pretende turistificar más la zona, atraer más gente, más ingresos. Transciende ahora que se está considerando subir el precio del permiso, desde los actuales 11.000 US$ por persona hasta 25.000; el que pueda que pague y el que no que no vaya. Al mismo tiempo se está estudiando la construcción de teleféricos, desde Lukla (2800m) hasta Namche Bazar (3.500m) para poder ver bien a gusto la montaña sin esfuerzo y ya está avanzado el proyecto desde Pokhara hasta Sarangkok, el llamado Annapurna Cable Car y varios más. Nos podemos llevar las manos a la cabeza… para luego bajarlas, después de considerar las tremendas infraestructuras de los Alpes que sitúan estas agrestes montañas al alcance del turismo más tradicional y producen buenos beneficios sin demasiados pruritos conservacionistas. Difícil situar el límite de lo deseable, pero sí podemos intentar visualizar algo más nuestras contradicciones.