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FRANCIA 2019

Un gran duelo sin pronóstico

Inglaterra y Estados Unidos se enfrentan esta noche en Lyon por una de las plazas en la gran final del próximo domingo.


Los siete cuartofinalistas europeos del Mundial evidencian el crecimiento que ha experimentado el fútbol femenino en el continente. Pero ninguno ha sido capaz todavía de desviar a Estados Unidos del camino a su cuarto título. Con mayor o menor claridad, el equipo de Jill Ellis se impuso a Suecia –también semifinalista– en la fase de grupos, a España en octavos de final y a Francia en cuartos. Hoy (21:00, Gol TV) es Inglaterra la que le bate a duelo por una plaza en la final del domingo.

Y no es fácil realizar un pronóstico, por mucho que la historia se incline rotundamente del lado norteamericano. Si alguna selección ejemplifica la nueva era del fútbol europeo, esa es Inglaterra. La apuesta conjunta de la Federación y los clubes está convirtiendo, si no lo ha hecho ya, a sus competiciones y a su equipo nacional en referentes. No es casualidad que, aunque ninguno haya conseguido emular aún al Arsenal de la pasada década, haya habido al menos un representante de la FA en semifinales de la Champions League esta tres últimas temporadas. Ni que Inglaterra lograra el bronce en Canadá, para que sólo la campeona le apartara de la final en la Eurocopa dos años después y que ahora vuelva a meterse en la pelea por el podio. Como mínimo. Porque hasta ahora al equipo de Phill Neville, que no en vano ya anunció que llegaba a Francia con el objetivo de ganar el Mundial, sólo le ha complicado la vida el equipo de Vanina Correa.

Otra cosa es que es el gran torneo que están firmando las inglesas les convierta en favoritas ante Estados Unidos, por muy poco habituales que hayan resultado los malos momentos que pasó ante Francia y, sobre todo, España. Para empezar es el campeón, el equipo a batir. Y, por muy mal que sonase, el «tenemos el mejor equipo y el segundo mejor equipo del Mundial» que soltó hace un par de semanas Ali Krieger no dista demasiado de la realidad; no hay más que ver el banquillo de las norteamericanas, con futbolistas como Lloyd o Press.

El equipo de Jill Ellis tiene fútbol, tiene gol, tiene experiencia –ocho jugadoras han sobrepasado los cien partidos internacionales, entre las 23 se acercan a los 2.000– y nunca parece acusar la presión.

Sin pronóstico, con mucha ambición y calidad de sobra, lo único que parece claro es que el encuentro del Groupama Stadium de Lyon (21.00), que también acogerá la segunda semifinal y la final, resultará apa- sionante.

Y con duelos especialmente llamativos, como el protagonizarán dos de las futbolistas más en forma del torneo, Lucy Bronze y Megan Rapinoe, o las tres máximas goleadoras, la propia Rapinoe, su compañera Alex Morgan y Ellen White.