Amaia U. LASAGABASTER
FRANCIA 2019

Campeonas y favoritas

Estados Unidos disputa su quinta final frente a ladebutante Holanda. La calidad, experiencia ymadurez de las campeonas se oponen a un rival queha mostrado más contundencia que juego.

Es la mejor selección la historia de los Mundiales, la vigente campeona y también la gran favorita para la final. Estados Unidos disputa su tercera final consecutiva en busca de su cuarto título tras cuatro semanas de competición en las que ha demostrado que sigue siendo mejor que nadie.

«Sólo» le falta confirmarlo ante Holanda, que algo tendrá que decir. Porque al equipo de Sarina Wiegman no le han regalado la final, como tampoco le cayó del cielo el título de campeona europea que todavía defenderá otros dos años. Con una imagen muy diferente, y desde luego menos atractiva, de la que ofreció en la Eurocopa, pero la Oranjevreuwen llega al partido más importante de su historia con una trayectoria inmaculada. Seis partidos, seis victorias.

Las virtudes con las que enamoró en verano de 2017 han mutado en otras. Menos veloz y alegre, esta Holanda es, para empezar, más fuerte mental y físicamente, aunque la prórroga que disputó el miércoles pondrá a prueba ese poderío esta tarde. De momento lo ha dejado muy claro. Ha decidido todos sus partidos, salvo el que le enfrentó a Camerún –aunque el gol de la tranquilidad también se hizo esperar entonces hasta el 75–, en los veinte últimos minutos; cuando no en la prórroga, como en la semifinal. Y a eso hay que añadirle su dominio del juego aéreo y del balón parado, que le han dado más de la mitad de los goles que ha marcado.

Sin embargo, es difícil encontrar argumentos, más allá de que a un partido todo es posible, para decantar las quinielas de su lado. No ya porque las holandesas lleguen a la final por la parte «fácil» del cuadro –aunque se ha impuesto a Canadá, Japón y Suecia, todas ellas en el «top ten» del ranking FIFA–, sino porque parecen insuficientes para derrotar a un rival que lo hace todo bien.

Bueno/bonito

Se ha hablado mucho de la imagen que ha ofrecido Estados Unidos a lo largo del torneo y casi siempre para mal. Posiblemente porque durante muchos momentos ha estado alejada del «jogo bonito» que se le pide a un campeón.

Pero si el objetivo principal es ganar, pocas objeciones se le pueden poner al equipo de Jill Ellis, que domina todas las facetas del juego y sabe seleccionar cuándo tiene que priorizar cada una. Ataca como un vendaval cuando debe, sobre todo en el arranque de los partidos –el rival que más tiempo le ha resistido con la portería a cero fue Tailandia, doce minutos, aunque acabó encajando trece goles–, defiende bien, sabe especular con el marcador como demostró antre Francia e Inglaterra, va bien a balón parado... Por no hablar del físico y la competitividad, dos apartados en los que sigue destacando por encima de cualquier otro.

La Bota de Oro, disputa entre compatriotas

Esta tarde también se decidirán los premios individuales del Mundial, incluyendo la Bota de Oro que, salvo sorpresa, llevará el nombre de una jugadora estadounidense.

Aunque puede estar compartido porque de momento Alex Morgan ha marcado los mismos seis goles que Ellen White.

Su principal rival es ahora Megan Rapinoe, autora de cinco tantos. Parece complicado que les alcance Vivianne Miedema, que ha marcado tres. A.U.L.