30 JUL. 2019 INVESTIDURA EN NAFARROA CUENTA ATRÁS PARA MARÍA CHIVITE EL CALENDARIO APRIETA. EL JUEVES MARÍA CHIVITE AFRONTARÁ UN PLENO DE INVESTIDURA QUE SABE PERDIDO. LO HACE CON LA ESPERANZA DE GANAR EL SIGUIENTE, GRACIAS A UNA ABSTENCIÓN DE EH BILDU. LA INCÓGNITA DEL VOTO DE LA FORMACIÓN ABERTZALE SE DESPEJARÁ EL MIÉRCOLES. EL PROCESO CONCITA LA ATENCIÓN DE LOS PRINCIPALES MEDIOS DEL ESTADO. Aritz INTXUSTA Todo transcurrió ayer con relativa fluidez y comodidad. Sin sobresaltos, pese a que habían venido cámaras de todas las televisiones y un aluvión de periodistas recién aterrizados a la caza de alguna frase entrecomillada que pudiera adquirir cierta resonancia en Madrid. Y siempre que pasa eso como que el PSN se retiembla y duda. Pero ayer estuvo firme. Cuando María Chivite inició las negociaciones, lo más probable era que el ruido de su proceso de investidura quedara acallado por el traqueteo de las carteras de los nuevos ministros. Pero a Pedro Sánchez no le fue bien y no hay cortina de humo. Todo el foco mediático estaba en Iruñea, pero el guion se mantiene. Unai Hualde, presidente del Parlamento, se ventiló a toda prisa la ronda de contactos preceptiva. Concedió 15 minutos para cada partido. Conforme salían de la sala de reuniones, los portavoces iban dando cuenta de cuál sería el sentido del voto ante las intenciones de Chivite de presentarse a una investidura. No hubo gran novedad. La llave la tiene EH Bildu y esta coalición ha dejado la decisión en manos de sus bases. El pleno se fijó para el jueves y ya se sabe que Chivite fracasará. En una primera votación, se necesita mayoría absoluta y el PSN no la va a lograr. Cuenta con 23 votos favorables después de cerrar un acuerdo con Geroa Bai, Podemos e I-E. Y cuando sucede eso, Reglamento marca que hay que celebrar otra sesión en 24 horas (el viernes, por tanto). Y, esa vez sí, a Chivite le valen más síes que noes. No habrá que contener la respiración, sin embargo, hasta el segundo pleno del viernes. La cuestión se dilucidará mañana, cuando EH Bildu haga público el resultado de su consulta. Si sus militantes dicen que se abstienen, Chivite sería presidenta. En caso contrario, se vuelve a la casilla de salida. En caso de que el PSN lograra su objetivo, la toma de posesión sería a inicios de la semana que viene y puede que para finales ya prometieran el cargo sus consejeros en el Salón del Trono. Hasta ahora, se han apuntado los nombres de Carlos Gimeno para Educación y de Javier Remírez para Interior y Presidencia. Ambos son cuadros de partido y no perfiles técnicos. reforzados por el 89% Ramón Alzórriz, portavoz del PSN, se tuvo que enfrentar al interrogatorio de esos periodistas en busca de algo con que polemizar en Madrid. Todas sus preguntas iban encaminadas a relacionar la investidura con las imágenes de los recibimientos a presos de ETA de la semana pasada. Alzórriz salió de aquello bastante bien. Recordó que ha habido una consulta con su militancia y que el 89% de los suyos les han dicho que adelante con el acuerdo alcanzado. Aseguró además que tienen la autorización expresa de Pedro Sánchez para continuar. También le preguntaron por la carta de EH Bildu a su militancia que copó portadas en Madrid este fin de semana. En ese escrito, la coalición que lidera Bakartxo Ruiz afirmaba que los firmantes del acuerdo con el PSN les han transmitido que EH Bildu será su «socio prioritario». Alzórriz dijo que sus únicos socios son los firmantes del acuerdo y que, cuando lleguen los asuntos al Parlamento, tanto Navarra Suma como EH Bildu tendrán posibilidad de influir. Precisamente, esta posibilidad de influencia en las decisiones que tomará ese gobierno débil que ha armado Chivite es uno de los argumentos a favor que esgrimió Bakartxo Ruiz para solicitar el voto favorable de su militancia hacia una abstención que evite el regreso de la derecha. Ruiz aventuró que EH Bildu tendría una postura «cómoda» en la oposición, ya que no les ata ningún acuerdo. Chivite les necesita para sacar adelante políticas de progreso y EH Bildu podría forzar que tengan mayor profundidad. Asimismo, Ruiz dijo que en una tesitura así también podrían salir adelante iniciativas propias de su programa electoral. Koldo Martínez, de Geroa Bai, reconoció haberse reunido con EH Bildu y haberle traslado su intención de negociar con ellos antes que con Navarra Suma. Martínez explicó que no entiende que eso sea objeto de polémica alguna y que, en la dinámica política de Nafarroa, es un asunto «de sentido común». A fin de cuentas, han sido socios hasta ahora y el Acuerdo Programático del cambio funcionó. Javier Esparza (Navarra Suma) entró a dar explicaciones muy consciente de que las cámaras le grababan. Estuvo muy melodramático y teatral. Habló de «indecencia», esgrimió fotos de homenajes a presos, acusó al PSN de conchabarse con Arnaldo Otegi y desligarse de «los defensores de la libertad». Nada nuevo, por otra parte. Así lo entendieron los medios, que no quisieron hacerle ninguna pregunta. Fue al único al que le pasó eso. Mañana se despejará el sentido de voto de Podemos (sí o abstención), que no resulta determinante para la investidura. Además, las bases de Podemos deben validar si finalmente entran a formar parte del gobierno o no. Sus negociadores habían conseguido la consejería de Justicia y Migración. Alzórriz dijo que sus únicos socios son los firmantes del acuerdo y que, cuando lleguen los asuntos al Parlamento, NA+ y EH Bildu tendrán posibilidad de influir.