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CUMBRE DEL G7 EN BIARRITZ

París hace oficial el programa de un cónclave con derivadas interesantes

El programa oficial de la cumbre del G7, difundido ayer por el Ejecutivo galo, incluye importantes reuniones de trabajo y no menos relevantes encuentros bilaterales, en los que se abordarán los asuntos más candentes de la agenda política internacional. Mientras tanto, políticos y mandos policiales afinan un dispositivo de proporciones descomunales.


El Gobierno francés hizo público ayer el programa oficial de la cumbre de tres días que mantendrán en Biarritz los mandatarios del G7, que comenzará el sábado a las 19.30 con una recepción del presidente galo, Emmanuel Macron, y una cena posterior de los jefes de Estado y Gobierno del selecto grupo.

Las reuniones de trabajo propiamente dichas empezarán a las 9.00 horas del domingo, con una sesión sobre “Economía internacional” y «la agenda de seguridad internacional», y varios encuentros bilaterales. Ya a mediodía, habrá una recepción a dirigentes de Naciones Unidas, Banco Mundial, FMI, PMC, OIT, OCDE, Unión Africana y el Banco de Desarrollo, cuyos representantes participarán junto al G7 en un coloquio titulado “Lucha contra las desigualdades”.

La presentación del informe del consejo consultivo sobre igualdad hombres-mujeres por la directora general de la ONU, Phumzile Mlambo-Ngcuka, y la sesión de trabajo “Cooperación del G7 con Africa” servirán para echar el cierre a la jornada.

El lunes se celebrarán sesiones de trabajo sobre “Clima, biodiversidad, océanos” y “Transformación digital”, que estarán aderazadas con otro buen número de encuentros bilaterales, antes de que la sesión de clausura y la conferencia de prensa de los líderes del G7, a las 15.00, dé por terminada la cumbre.

El Brexit y Rusia

Con todo, tan importante como el programa oficial y su temario será el contenido de esas reuniones bilaterales, que no llevan título ni epígrafe pero que serán de enorme calado. Ocurre por ejemplo con el encuentro programado el domingo entre el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y el primer ministro británico, Boris Johnson, pocos días después de que la UE rechazara de plano la propuesta de eliminar la «salvaguarda irlandesa» del acuerdo del Brexit.

Además de con Tusk, Johnson se verá en Biarritz con la canciller alemana, Angela Merkel, y con el presidente francés, Emmanuel Macron, a quienes informará, según indicó ayer una fuente de Downing Street, de que el Parlamento británico no podrá detener el Brexit.

Es probable que el primer ministro británico se reúna también con Donald Trump, mucho más afín a él y de quien se espera, por otra parte, que saque a debate la vuelta al foro de Rusia, que fue expulsado en 2014 como castigo por la anexión de Crimea. El presidente de EEUU dijo el martes, tras un encuentro con su homólogo rumano, Klaus Iohannis, que «es mucho más apropiado tener dentro a Rusia, porque muchas de las cosas sobre las que hablamos tienen que ver con ese país», pero ayer el Gobierno alemán avanzó su rechazo a esa propuesta. Este será sin duda otro de los puntos calientes de la cita, y de hecho, el Gobierno ruso se hizo ayer eco de las palabras de Trump y pidió al G7 que haga una propuesta formal de reingreso.

La crisis italiana y la climática

También causa interés lo que pueda ocurrir con la delegación de Italia, que se halla sumida en una profunda crisis política tras la dimisión del primer ministro, Giuseppe Conte. De hecho, Roma no ha definido ninguna agenda de temas que quiera tratar en esta reunión, y tampoco se sabe quiénes serán los miembros de la delegación que acudirá a Biarritz. Todo es una incógnita en el país transalpino.

Otro elemento a seguir será la posición que mantengan los líderes del G7 en torno a la crisis climática, pues una vez más se espera que queden de manifiesto las profundas diferencias que en este asunto mantienen Estados Unidos y el resto de países, ya constatadas en previas reuniones donde Washington se ha desmarcado de casi todos los compromisos, una actitud simbolizada por su retirada hace dos años del Acuerdo de París.

En un contexto parecido, la cumbre será aprovechada para que la UE exponga su rechazo a la guerra comercial emprendida por la Casa Blanca, que ha roto el consenso tradicional entre las potencias y pesa cada vez más sobre la economía europea, con una nueva crisis llamando a la puerta y Alemania en recesión.

Y fuera del programa oficial aunque seguramente también se trate, está el nombramiento de la candidata europea como nueva directora gerente del FMI.

Brisson defiende la idoneidad de una cita que costará 36,4 millones

El Gobierno francés informó ayer de que el coste de la organización de la cumbre del G7 será de 36,4 millones de euros, destacando al respecto que se trata de «una cifra muy inferior a las que hemos podido conocer de cumbres precedentes, sea en Canadá o en Italia».

Al Elíseo no le parece una cantidad demasiado alta para un evento cuya celebración ha sido defendida por Max Brisson, quien dijo ayer a Mediabask que no comparte la idea de la «ilegitimidad» de los responsables del G7, porque han sido elegidos «democráticamente». «El G7 es la reunión de las grandes democracias del mundo», sostiene.

El senador se declara en la entrevista abiertamente «multilateralista» y valora que la política impuesta por Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial «obliga al compromiso y al consenso». «Es así como hemos construido la paz», añade el político biarrota, y aunque reconoce que el G7 «no aporta respuestas concretas a todos los retos» del mundo actual, considera que «su ausencia en la historia aporta la guerra».GARA

Marlaska abre hoy en Donostia el centro de coordinación policial

El ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, presidirá hoy la constitución del Centro de Coordinación Operativo (CECOR) en Donostia, con motivo de la Cumbre del G7. En esa reunión constituyente participarán también la secretaria de Estado de Seguridad, Ana Botella, y los delegados del Gobierno español en la CAV y Nafarroa, Jesús Loza y José Luis Arasti respectivamente, así como el viceconsejero de Seguridad, Josu Zubiaga y altos mandos de la Policía española, Guardia Civil, Ertzaintza y Policía Foral.

Posteriormente, Grande-Marlaska visitará el control de la Policía española en Behobia, y se desplazará a Hondarribia para conocer el dispositivo de la Guardia Civil y hacer un recorrido a bordo de una patrullera.

En el enorme operativo policial participa también la Ertzaintza, con nada menos que cuatro mil agentes, cuya actividad será monitorizada desde la comisaría de Oiartzun, que ayer recibió la visita de la titular de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, que se reunió con mandos de la Ertzaintza, Guardia Civil y Policía.

Según explicó, la mesa de seguimiento de Oiartzun recibirá información directa desde el Estado francés, así como de la sede del Centro de Control y Gestión de Tráfico y el Centro de Coordinación de Emergencias ubicado en Txurdinaga (Bilbo), que es desde donde se llevará a cabo el control de las incidencias de tráfico, así como la movilización de los servicios de emergencia y protección civil si fuera necesario.GARA