Mikel CHAMIZO 
QUINCENA MUSICAL

Una interesante integral de un tal Beethoven

El año que viene se celebra el 250º aniversario del nacimiento de Beethoven y su música estará hasta en la sopa. Incluso en una ciudad pequeña como Donostia, ya se están cocinando ciclos en los que se interpretarán las integrales de sus nueve sinfonías y de sus treinta y dos sonatas para piano. La propia Quincena Musical no ha podido esperar a que comience la efeméride de autor tan desconocido para descubrirnos su música, de forma que, aparte de las dos sinfonías que ya se escucharon en otras veladas sinfónicas, ha querido coronar el festival con la integral de sus cinco conciertos para piano. La Quincena ya hizo otra integral idéntica hace no tanto tiempo, en 2005 con Christian Zacharias al piano, pero los intérpretes de este déjà vu son también muy destacados: Javier Perianes, la London Philharmonic Orchestra y Juanjo Mena.

Será cosa mía, pero tengo la impresión de que traer hasta Donostia a la London Phiharmonic Orchestra para tocar Beethoven durante dos días es desaprovecharla. La LPO puede tocar a Beethoven igual de bien que cualquier otra orquesta de su nivel y características, pero no creo que sea ni su especialidad ni su repertorio más característico. Dicho esto, la orquesta rindió muy bien a las órdenes de Juanjo Mena, que a menudo cedió el protagonismo a los estupendos vientos madera de la orquesta londinense y que la guió en unas versiones perfectamente actuales, herederas de la gran tradición sinfónica pero adoptando algunas ideas de la interpretación historicista.

Quizá lo más interesante de la velada fue el contraste entre piano y orquesta, porque, mientras Mena planteaba unas versiones estándar, Perianes dio rienda suelta a su inconfundible personalidad como pianista. Así, el tiempo lento del “Concierto nº 2” fue de una mágica delicadeza, y las cascadas de escalas del “Nº 4” tomaron tintes ligeramente impresionistas que le sentaron muy bien.