Diez mil euros. Diez mil euros pueden ser mucho para los integrantes de la precarizada clase trabajadora. Pueden ser un mundo. Hay que trabajar muchos meses para conseguirlos. Si se puede.

Pero para las instituciones es muy poco. Se gastan eso en cualquier partida de tres al cuarto. En fotocopias. Si es que las instituciones todavía usan fotocopias, que seguro que sí.

Es sangrante que la investigación sobre el mesotelioma, el cáncer provocado por el amianto, haya tenido que iniciarse en Nafarroa con diez mil euros que ha aportado una asociación de familiares de afectados, Ananar. Es una cantidad que no da para apenas nada, solo para empezar con las investigaciones preliminares. Queda todo un mundo por recorrer. Pero el camino más largo empieza con un primer paso.

El mesotelioma es una enfermedad silenciosa. No avisa. Se desarrolla de manera oculta, permanece latente durante años y puede surgir décadas después de una exposición, que no tiene que ser excesivamente prolongada ni intensa, al amianto. Los casos reconocidos de mesotelioma son todavía relativamente pocos. Pero todos los expertos coinciden en que dentro de unos años, no muchos, se producirá una incremento notable de casos.

Por ello, resulta urgente que la investigación dé pasos adelante ya en el tratamiento del mesotelioma. Y es necesario empezar ahora para hacer frente a ese incremento de casos.

Lo que es sangrante es que ni gobiernos autonómicos, ni forales, ni ayuntamientos, ni concejos, ni mancomunidades ni ningún ente público haya sido capaz de encontrar diez mil míseros euros para iniciar esta investigación y que haya tenido que ser Ananar, haciendo rastrillos, festivales y reciclajes, quien haya puesto sobre la mesa los diez mil euros para que se comenzara a investigar. Estamos hablando de la salud de todos, algo que debería ser una de las principales preocupaciones de los poderes públicos.

Y que la investigación corra a cargo de una clínica privada y que el sector público mire para otro lado en esta cuestión también es de escándalo.