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JOPUNTUA

Corrupción made in Euskadi


Hoy mismo dan comienzo en Gasteiz unas novedosas e interesantes jornadas contra la corrupción que se extenderán a lo largo del mes de octubre. Ésta es una cuestión mayor que exige algunas breves pero imprescindibles aclaraciones sobre un concepto cuyo uso perverso contribuye a su legitimación y a la imposibilidad de actuar contra ella.

La corrupción en todas sus facetas es quebrar deliberadamente las normas legales establecidas para beneficio personal. Por tanto, el corrupto comete una acción ilegal y, además, presiona u obliga a otros a cometer tales actos. Por tanto, hemos de partir de la base de que la corrupción ha estado en el origen del nacimiento y evolución del mercantilismo de acumulación, ha sido su sistema sanguíneo, y los llamados «casos de corrupción» que en determinados momentos se visibilizan no son sino un ejemplo de la dinámica criminal que las corporaciones y los estados han venido desarrollando para hacer posible el actual modelo social y económico imperante.

La corrupción se concreta en el fraude en los servicios financieros, en los fraudes fiscales, en la malversación de fondos públicos, en los delitos alimentarios, medioambientales y un sinfín prácticas criminales. Todas ellas producen un daño social irreparable y no son sino la expresión de cómo la connivencia entre las corporaciones empresariales-financieras y los estados, a quienes necesitan, han construido por un lado un derecho estatal y privado a su medida y, por otro, un sistema oculto para poder violar las leyes sin ser percibidos y perseguidos penal o fiscalmente, para así, continuar con el expolio y la explotación necesarias para incrementar hasta el infinito el beneficio personal de unos pocos a costa del daño social generalizado que sufrimos la humanidad.

Aquí, no estamos exentos de estas prácticas, tal de cómo se ha hecho visible en el «caso De Miguel» y lo interesante es conocer porqué y como se ocultan, desnudar las complicidades, deslegitimar la corrupción y, sobre todo, perder el miedo a denunciarla.