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Pelota

Maestros de la gestión

Altuna-Zabaleta llegaron más enteros al final de un partido muy disputado y se hicieron con el Masters


IRRIBAR.-REZUSTA 19

ALTUNA-ZABALETA 22


Más allá del golpe o la calidad, elementos indispensables para competir al máximo nivel, existen otras cualidades como la lectura de los partidos o la gestión de los recursos que terminan siendo diferenciales en partidos que no se han podido romper de otra manera y Altuna III y Zabaleta mostraron ser maestros en esas artes para hacerse con el suculento premio del Masters Codere, en el primer partido en año y pico que jugaban juntos. A pesar de ese largo tiempo sin compartir pareja y de no tener su día más brillante, el de Amezketa y el de Etxarren supieron aguantar la embestida inicial de unos explosivos Irribarria-Rezusta, que no terminaron de aprovechar su ola inicial y terminaron desgastándose en los momentos calientes.

Y eso que la pareja guipuzcoana tuvo un comienzo de partido espectacular, con un Rezusta que recordaba al del domingo anterior en Logroño y un Irribarria deseoso de quitarse la espina de su mal papel en la jaula. Trabajador e inspirado en defensa y con la posibilidad de desahogarse con un pelotazo que no tuvo el viernes en el Mimetiz, el de Arama fue un gran complemento de un Rezusta mandón y enseguida tomaron una renta de seis tantos (9-3), que parecía importante, más por las sensaciones que por el marcador, nunca suficiente si enfrente están dos pelotaris de la clase de Altuna III-Zabaleta.

Y es que, tras haberse visto sometido en un comienzo explosivo, consiguieron alargar el siguiente tanto hasta los 70 pelotazos, el último un gran gancho de un hasta entonces casi inédito Altuna que movió muy bien la pelota.

Cambio de material

Además de acertar en no desesperarse ante el dominio rival, también acertaron los azules a encontrar en el cestaño una pelota más baja con la que Zabaleta se encontró más cómodo en la cancha y demostró ser de los pocos en poder frente a un Rezusta muy fresco.

Así, consiguieron endurecer el partido hasta adquirir guarismos de uno de campeonato y, aunque les costó empatar tras ponerse varias veces a un tanto, lograron cambiar el ritmo del partido. Ese abrazo llegó en el cartón 18, poco después de que Altuna III diera el susto al llevarse un fuerte golpe en su rodilla contra la pared izquierda.

Afortunadamente, no pasó de una contusión y pudo terminar el partido. Y de qué manera además, encontrando el filón que Zabaleta le marcó en el txoko y cerrando la final con un buen gancho con el que se aseguró los 6.000 euros a repartir.

Un VAR sin posibilidad para los jueces de enmendar su error

A pesar del suculento premio de 6.000 euros, la final del Masters no tiene la transcendencia de uno de los tres grandes campeonatos, y menos mal, porque con los ánimos más calientes, se podía haber armado una buena. Y es que, una de las mayores novedades del inmenso Navarra Arena es un enorme monitor en el que los espectadores pueden seguir la retransmisión de la señal de ETB. Incluido el error de los jueces en el 18-17 que dieron por bueno un gancho de Altuna que en las fue a la raya. Ayer sólo hubo murmullos J.O.