Magia
En relación al artículo de la semana pasada hay que decir que la competición para escalar el “Muro fronterizo de Trump” fue un completo éxito deportivo y de público. El muro fue escalado en 14 segundos y lo más importante, según Rick Weber, el organizador, nadie resultó herido entre los competidores, ni él tampoco a causa de los vecinos forofos de Trump en esta comunidad de los Appalaches. No es competición pero se lo parece la locura de miles de turistas por subir a la montaña Uluru (Ayers Rock), monolito de arenisca y destino turístico del centro de Australia. La montaña, sagrada para la población local originaria, estará prohibida de ahora en adelante y se retirarán cadenas, cuerdas y demás elementos que facilitaban la subida. Estos últimos meses una interminable cola de miles de turistas se ha formado en su base y a falta de 24 horas para la prohibición la situación no ha hecho más que empeorar con el consiguiente reguero de basura y demás. Al parecer resulta irresistible para la gente una última oportunidad de resultar investido de cualquier místico poder, magia de cartón, o lo que quiera que sea que les atrae. Quizás el ser los últimos en subir, el monte por una parte y luego las fotos a Instagram. Las autoridades del parque ya se preparan para lidiar con los transgresores, con multas que podrían alcanzar los 10.000 $ y en caso de impago se amenaza con procedimiento penal (que también puede ser exitoso en las redes sociales).