Bidasoa-Irun juega esta noche (20:00 horas, pabellón Huerta del Rey) contra el Recoletas Atlético Valladolid con la segunda plaza de la Liga Asobal en el punto de mira tras su excelente arranque de temporada.

Sin embargo, su entrenador, Jacobo Cuétara, en un intento por poner mesura en la euforia, advierte de que «llevamos diez días escuchando qué buenos somos, qué bien jugamos, pero los halagos no dan puntos» y añade que son «el juego y el buen balonmano» los que dan victorias.

En cualquier caso, el momento de Bidasoa es para disfrutar en unos días en los que, además de resultados deportivos, se han producido noticias como la renovación tanto del entrenador como de Jon Azkue y Kauldi Odriozola. Así lo valoró ayer en la previa el propio Cuétara. «Ha sido una semana para dar un puñetazo encima de la mesa como proyecto. Jugando en Champions la gente está preocupada por si se van los jugadores y en una semana hemos dado esas renovaciones de jugadores tan importantes, de aquí y con mucho futuro», dijo satisfecho.

Sobre esta primera parte de campaña, el técnico comentó que «a nivel de puntos, de clasificación y de juego está siendo por encima de lo esperado». Destacó además que, salvo los dos partidos ante el Barcelona, su equipo lleve desde diciembre de 2018 invicto en la Asobal. «La mayor sorpresa está siendo el nivel en Liga de Campeones», reconoció, donde Bidasoa-Irun va de líder del Grupo C cumplida la primera vuelta.

En cuanto al rival de hoy, el entrenador no se fía y recuerda que «Bidasoa lleva sin ganar allí desde 1997. Está claro que es una cancha difícil, ganar es un reto y las estadísticas muestran la dificultad de vencer», señaló.

«Es un equipo fuerte en casa y con un arma principal que es el contraataque. Tienen las ideas muy claras, con un juego de escuela del Valladolid, que está muy conjuntado», concluyó.

El equipo anfitrión, que entrena Óscar Ollero, llega a este partido con las bajas de Jorge Serrano y Carlos Calle.