Erandio no olvida los asesinatos del 69
El 29 de octubre de 1969 fue asesinado el vecino de Erandio Josu Murueta Moratilla de un tiro por la espalda de la Policía Armada española, que con fuego real pretendían disolver una manifestación pacífica que protestaba por los acontecimientos del día anterior. El 28 de octubre Anton Fernández Elorriaga recibió un impacto de bala en el balcón de su domicilio, también de la Policía franquista que le provocó la muerte días después, el 12 de noviembre.
Se daba la curiosa circunstancia de que en el Estado español se creaba el Parque Nacional de Doñana y en Erandio se asesinaba a dos vecinos que protestaban contra la contaminación atmosférica. Durante esos días hubo manifestaciones pacíficas, en el pueblo de Erandio que, en aquellos momentos, formaba parte de Bilbao, como contestación a la gran contaminación atmosférica que venía sufriendo. Hubo además de los dos asesinatos, varios heridos de bala.
Erandio soportaba cantidades inimaginables en la actualidad de gases contaminantes llegando incluso hasta los 11.000 microgramos de SO2 m3, según las mediciones efectuadas por la Cátedra de Termotecnia de los Laboratorios de Ensayos e Investigación Industrial de la Escuela de Ingenieros de Bilbao. Medidas normales, por ejemplo en los meses de setiembre a diciembre, eran cifras que iban desde 1.100 hasta 2.400 microgramos de SO2 m3. Las consultas de los médicos de cabecera del municipio estaban repletas de niños, ancianos y vecinos en general con problemas provocados por la contaminación.
Llegó a formarse una Comisión Popular en la que se planteó toda la problemática ambiental, pero hay que recordar que la Villa de Bilbao estaba regida por la tristemente celebre alcaldesa, Pilar Careaga de Lequerica, que solo defendía los intereses del sector químico, donde su hermano era uno de los mayores responsables.
He de recordar que en aquellos tiempos alrededor de lo que hoy es el municipio desanexionado de Erandio, se encontraban instaladas, una siderurgia integral, dos centrales térmicas, varias plantas de producción de sulfúrico a partir de piritas, cementeras, vidrieras... lo que unido a un conglomerado urbano cercano al millón de habitantes con su tráfico, hacía que la calidad del aire fuera irrespirable.
A pesar de la política represiva de aquella época –dos meses después de los asesinatos de Josu y Anton por parte de la Policía Armada, el dictador Franco, decreta el «estado de excepción»–, se celebró un juicio para aclarar las causas del fallecimiento de Josu Murueta; de Anton ni se dieron por enterados.
El certificado del juicio celebrado en la Auditoria de Guerra de la VI Región, establece que la causa del asesinato de Josu fue «que el tono agresivo de los manifestantes iba en aumento, llegando incluso a lanzar piedras contra la fuerza actuante, la que en determinados momentos se encontró en situación comprometida, el jefe de la misma ordenó que se disparasen las armas al aire, con el fin de amedrentar a los manifestantes».
Se comprueba «que el arma que había producido el disparo era perteneciente al policía armado Antonio Castañeda Rodríguez…», al cual «a pesar del carácter de delito de los hechos imputados…» se procede al sobreseimiento definitivo de la Causa».
Conocidas estas circunstancias, ¿que recuerdo provocó en su momento por parte de los partidos políticos existentes en la época? y en la actualidad, que dicen el Partido Popular y Ciudadanos, ahora que se cumplen los 50 años, sin resarcirse a los familiares de tales asesinatos, ellos que tanto exigen a los demás, la denuncia de otros asesinatos.
Anton, Josu el pueblo de Erandio no os olvida.
In memoriam.