Ballarin quiere hacerse a la categoría lo antes posible
El único neoprofesional de la Fundación Euskadi desea empezar fuerte la temporada para asimilar el salto.
Iker Ballarin, único amateur que dará el salto con la Fundación Euskadi, trasmitía a GARA en la presentación del jueves en Bilbo ante su debut profesional que «es mi primer año y solo pienso en entrenarme a tope y mejorar para hacerme lo antes posible a la categoría. Quiero disfrutar y ver cómo es este mundo».
En los dos últimos años sub’23 ha dado su mejor nivel al final de temporada, pero ahora el planteamiento es «empezar lo más fuerte posible, cogerle el gusto y hacer bien el trabajo. Toda la vida cuando he pasado de categorías he ido poco a poco progresando y espero que sea igual. Siempre mejorando. Es un paso muy importante poder correr las carreras que ves desde pequeño en la tele. Es un sueño ser profesional y en esta categoría mucho más. Es una motivación ir mejorando poco a poco haciéndote mejor corredor a la vez que mejora el proyecto».
Destaca el nivel del equipo: «Viene gente muy buena. Los que han venido del Murias son muy buenos corredores, veía la Vuelta todos los días, a Mikel Iturria le vi ganar en Urdazubi, y que el equipo corra la Vuelta sería un sueño». Valora poder ser el único neoprofesional que pasa con el equipo: «Es lo que te hace recapacitar y valorar el año que has hecho. Te das cuenta de que no ha sido fácil lo que he conseguido y estoy muy contento por la regularidad, que ha sido la clave de haber podido dar el salto a profesionales».
Agradecido a Mikel Landa
Le comunicaron a mediados de setiembre el salto y le motiva tener de presidente a Mikel Landa: «Algunos días nos hemos entrenado juntos porque vivimos bastante cerca, pero él está mucho tiempo fuera. En la tele ves las carreras y siempre estás pendiente de él. Que sea tan cercano y presidente del equipo es muy bonito». Lo ve como un ejemplo porque «es un corredor que disputa las grandes vueltas. Es un sueño, pero también hay que ser realista porque no todo el mundo tiene ese don. Habrá que ver qué tipo de corredor soy y saber donde está mi sitio. Sé que sprinter no soy. Puedes subir bien en aficionados, pero en profesionales es otro mundo y a ver cómo me defiendo».
Su compañero inseparable Unai Cuadrado fue el mejor del equipo en su salto a profesionales y es una motivación volverse a encontrar: «Prácticamente me entreno todos los días con él. Toda la vida llevamos juntos y cuando le veía a ese nivel me daba una alegría que intentaba que se me contagiara. Al final es un ejemplo. Te da esperanzas ver cómo ha mejorado durante un año. Verle a ese nivel te da ganas de seguir trabajando. Tampoco sé si estaré cerca porque cuando él estaba a tope se iba en altura a Navacerrada. Nos entrenamos juntos, pero cuando el trabajo es serio cada uno tiene el suyo y se ve que si tiene que apretar va muy rápido».
«Al final he tenido recompensa»
Iker Ballarin se muestra «muy contento por el paso a profesionales. Sabía que había hecho un buen año y hasta el final he intentado darlo todo sin saber qué iba a pasar. Al final he tenido recompensa. He intentado durante todo el año estar a tope. El Euskaldun no pude disputarlo porque no asistí a todas las carreras y decidí ir a la Vuelta a Burgos. Conseguí el Lehendakari y estoy muy contento de todo el año. Sobre todo me quedo con mi nivel desde junio hasta setiembre. El nivel que he dado desde el inicio, la victoria ante Cepeda, la regularidad esos meses han sido con lo que me quedo. En el campeonato de Euskadi comenzó la dinámica buena y, a partir de ahí, empecé a coger confianza hasta setiembre».
El Lehendakari lo ganó después de un duelo con Jordi López, que lo disputó desde el principio: «Él empezó muy fuerte, poco a poco le cogí puntos y hasta la última carrera de Zaldibia estaba por cerrar la general. Estuvo peleado».J.I.