“Togo” es el título del libro autobiográfico de Óscar de Marcos en el que el jugador del Athletic relata su experiencia vital en su primera temporada en el conjunto rojiblanco entre el verano de 2009 y 2010. El libro tiene dos vertientes, por un lado, están los miedos y las alegrías de un jugador que debuta en Primera División con el equipo del que ha sido seguidor desde niño y, por otro, un viaje al país africano al finalizar la temporada para ayudar como cooperante en una escuela.

De Marcos relata cómo vivió su fichaje procedente del Alavés B en julio de 2009 cuando se disponía a ir a Sanfermines con sus amigos. Se incorporaba de forma inmediata a la pretemporada con el Athletic de Joaquín Caparrós y, semanas más tarde, debutaba con el primer equipo con 20 años entre halagos de la prensa y aficionados. Un cúmulo de emociones positivas que contrastan cuando en otro tramo de la temporada deja de entrar en las convocatorias, pasa a jugar con el Bilbao Athletic y hasta revela el miedo a fallar que sintió en el campo en la eliminatoria ante el Anderlecht en la Europa League.

Unos sentimientos expresados de primera mano a los que añade sus ganas de ayudar a la gente. Polivalente dentro del campo, el de Laguardia es un jugador especial, distinto. «Más gente como De Marcos necesitamos», reivindicaba el periodista Toni Padilla, comentarista de la Liga en Movistar tras recomendar la lectura y destacar que «no se trata de un libro más. Me ha emocionado. Y mucho».

De fácil lectura, tiene menos de cien páginas, es un texto que deberían de leer jugadores en su etapa de formación y también sus progenitores. Pero sirve para cualquiera para entender los momentos que viven los jugadores desde el éxito a las dudas y a la soledad cuando las cosas no van tan bien. Se puede descargar en internet o pedir por email a la Fundación del Athletic de forma gratuita.

De Marcos es una persona discreta que prefiere pasar desapercibida ante los focos. Es una pena no poder profundizar más en algunos de los aspectos que trata ya que tiene mucho que decir y, seguro, que también le quieren escuchar.

El futbolista alavés no hace las cosas cara a la galería. Lleva años visitando a niños enfermos en hospitales sin que trascendiera. Como destacaba el ex capitán rojiblanco Carlos Gurpegui en un mensaje en twitter: «Ejemplo de futbolista pero sobre todo de persona, no por lo que dice, si no por lo que hace. Siempre en mi equipo».

Seguro que De Marcos agradece mucho esas palabras ya que Gurpegui es uno de los jugadores que cita junto a Andoni Iraola como dos de sus referentes en el Athletic tras compartir vestuario con ellos. La importancia de la familia, con especial mención a su padre y madre, su hermano que lo manda para casa en pleno subidón en Aste Nagusia tras debutar con el primer equipo –una de las anécdotas curiosas–, o la cuadrilla de amigos de su pueblo también son destacadas en el libro. El propio jugador reconocía en la presentación que le ha costado abrirse, pero que al acabarlo sintió reflejada su personalidad.

‘Letras y fútbol’

La publicación del libro de De Marcos ha sido impulsada por la Fundación del Athletic, que también ha publicado otro relato autobiográfico de la capitana y portera del equipo femenino, Ainhoa Tirapu. En “Bizitza eskukadaka”, escrito en euskera, la jugadora cuenta su trayectoria y los cambios vividos en el fútbol femenino en primera persona. Asimismo, Tirapu ha participado al igual que De Marcos o Mikel San José, en los clubes de lectura organizados durante la última semana por el Athletic.

“Letras y fútbol” se llama la iniciativa que ha cumplido ya el décimo aniversario y ha contado con charlas sobre literatura y su relación con el mundo del balón con personas de distintos ámbitos que van desde Jorge Valdano a Laura Mintegi pasando por Ferrán Soriano, ejecutivo del Manchester City, junto a periodistas y escritores.

Temporada «atípica» con titularidades y grada

De Marcos fue titular en las dos primeras jornadas, pero se lesionó en Getafe y no volvió a jugar hasta recuperarse en octubre. Regresaba al once ante el Celta y después se ha quedado en el banquillo para quedar fuera de las últimas convocatorias. El propio jugador nos comentaba en Lezama tras el entrenamiento del miércoles que está siendo una temporada «atípica» y que afronta la situación como un reto personal para volver a convencer a Garitano. Explicaba que como jugador profesional, evidentemente, le «duele» no jugar al igual que a todos, aunque asume el rol con la intención de darle la vuelta. En este sentido, destacaba el «buen ambiente» existente en el vestuario rojiblanco ya que los futbolistas con menos minutos entrenan «bien» para estar preparados para cuando llegue su oportunidad. Con Garitano ha jugado en la posición de extremo por delante de Capa, que como él mismo destaca está «en un momento de forma espectacular». A sus 30 años, lleva once temporadas en el primer equipo del Athletic y es consciente de que termina contrato en 2021. Sin embargo, el de Laguardia prefiere no pensar en ello y se centra en trabajar cada día. M.A.