GARA
HONG KONG

La Policía asedia a los atrincherados en la Politécnica de Hong Kong

La Policía de Hong Kong mantuvo su asedio a la Universidad Politécnica, donde se habían atrincherado unos 500 manifestantes, tras la detención de 40 de ellos y la huida de varias decenas, en medio de graves disturbios que han convertido el barrio de Kowloon en una zona de guerra. El embajador de China en Gran Bretaña advirtió de que Pekín «no permanecerá sin hacer nada» si la situación se vuelve «incontrolable».

Cientos de jóvenes seguían ayer atrincherados en la Universidad Politécnica de Hong Kong escenario de fuertes enfrentamientos entre policias y manifestantes, que prendieron fuego al acceso principal del campus.

Entre 70 y 100 estudiantes intentaron salir del campus, pero según denunció el presidente del Sindicato de Estudiantes de la Politécnica, Ken Woo, la Policía empleó gases lacrimógenos contra ellos y se vieron obligados a regresar al interior de las instalaciones universitarias.

Los heridos eran identificados por la Policía antes de su evacuación, pero varios manifestantes lograron huir en una fuga espectacular. Se descolgaron de una pasarela y fueron recogidos debajo por personas que los evacuaron en moto, antes de que los agentes detectaran la huida y lanzaran gas lacrimógeno en el lugar de la brecha. Los manifestantes respondieron de nuevo con arcos y flechas. Poco antes de las 7.00 (hora local), el rector de la universidad, Teng Jin Guang, anunció que había llegado a un acuerdo con la Policía si los manifestantes cesaban los ataques. Teng esperaba que los manifestantes aceptaran la propuesta para suspender las acciones de forma temporal y abandonaran el campus de manera pacífica. Por su pare, Woo estimaba en unas 500 las personas atrapadas dentro del recinto y alertó de que aún les quedaba agua, pero la comida comenzaba a escasear. Además aseguró que había varios heridos.

La Policía amenazó el viernes con utilizar munición real frente a las «armas letales» de los manifestantes.

Mientras, miles de personas salieron a las calles en apoyo a los encerrados y algunos lanzaron decenas de cócteles molotov contra los agentes en un intento de romper el cordón policial que rodea la Politécnica. Los agentes respondieron con abundante gas lacrimógeno y cañones de agua teñida de azul.

El embajador chino en Londres, Liu Xaoming, advirtió de que Pekín «no permanecerá sin hacer nada» si la situación se vuelve «incontrolable», y confirmó que la presencia de soldados en las calles el pasado viernes para tareas de limpieza era una señal de advertencia «para mostrar la soberanía china y en un objetivo de defensa».

Asimismo, rechazó cualquier injerencia extranjera en Hong Kong, mencionando a Gran Bretaña y a EEUU, mientras la UE reclamó a la Policía que actuara con «proporcionalidad».

 

Prohibir llevar máscaras en las protestas es anticonstitucional

El Tribunal Superior de Justicia de Hong Kong ha sentenciado que la ley impulsada por el Gobierno para prohibir las máscaras en las protestas que afectan a la ciudad desde junio es anticonstitucional.

El Gobierno echó mano de una ley de la época colonial británica, la de Regulaciones de Emergencia, que no se aplicaba desde 1967, y que puede otorgar poderes más amplios al Gobierno sin tener que pasar por el Legislativo. En base a dicha legislación de excepción, consideró delito el uso de máscaras en las manifestaciones bajo penas de hasta de un año de prisión y multas de hasta 25.000 dólares hongkoneses (3.188 dólares).

Hasta el 7 de noviembre la Policía ha arrestado a 247 hombres y 120 mujeres ante la sospecha de haber infringido la regulación, de los que 24 han sido llevados ante los tribunales y sus casos están todavía en curso.

De hecho, los dos primeros acusados de quebrantar esa norma iban a comparecer ante un tribunal ayer mismo

Muchos de los jóvenes que participan en las protestas utilizan pañuelos para cubrir sus rostros, así como máscaras que imitan a la que emplea V, el protagonista del film V de Vendetta. Desde la aprobación de la ley, los activistas han salido a las calles en numerosas ocasiones portando máscaras, en desafío a la prohibición del Gobierno local de llevar cubierto el rostro en las manifestaciones.