La portavoz parlamentaria de EH Bildu, Maddalen Iriarte, anunció ayer la presentación de una enmienda a la totalidad del Presupuesto de Lakua que, «en esencia, es el mismo que hace un año; tienen la misma orientación y también el mismo déficit de partida, que el Gobierno sigue empeñado con las políticas de austeridad, sigue negándose a deshacer los recortes y con esa política, en vez de impulsar el empleo y la economía, lo que hace es agravar la brecha social».

Además, presenta también 77 enmiendas parciales con un impacto económico de 235,5 millones de euros. Entre otras medidas, plantea garantizar salarios de 1.200 euros en las contrataciones públicas y complementar las pensiones más bajas hasta 1.050 euros, como dicta la ley vigente desde 2008.

Marketing y anzuelo

Maddalen Iriarte reprochó al Gabinete Urkullu que «en vez de asumir el liderazgo y hacer política con mayúsculas, ha optado por el marketing y la cosmética, limitándose a poner un envoltorio distinto a sus presupuestos de siempre». En definitiva, «ha ordenado los números de otra manera, ha engordado con trampas algunas partidas para aparentar compromiso contra el cambio climático y la brecha de género y lo cierto es que le ha dado resultado, porque Podemos ha mordido el anzuelo».

Como ya había afirmado en otras ocasiones, Maddalen Iriarte insistió en que este proyecto de presupuestos no es ni más morado, ni más verde ni más rojo que el rechazado para 2019.

La portavoz parlamentaria de la izquierda independentista sostuvo que las enmiendas parciales de EH Bildu pretenden corregir en lo posible el proyecto presupuestario con «medidas que son legales, tienen cabida en el marco competencial del Gobierno y son realizables porque encajan en su marco presupuestario».

El PP considera que este presupuesto es «falso y muy malo»

El parlamentario del PP Antón Damborenea registró ayer en la Cámara una enmienda de totalidad a los presupuestos de 2020, con la que solicita su devolución al Gobierno autonómico, porque cree que se trata de unas cuentas «falsas y muy malas», ya que «no toman medidas para incentivar la economía» y ni plantea «una sola medida para la gente de la calle», sino que «todas las medidas benefician a los que viven» del dinero público, especialmente, aseguró, a

los perceptores de la RGI».GARA