Una de las pioneras de la liberación de la mujer fue sin duda Marie De Régnier, poeta y musa de la Belle Époque, retratada en la pantalla por la debutante Lou Jeunet con el rostro de la actriz Noémie Merlant. Jeunet ha tardado en decidirse a realizar su ópera prima, a pesar de llevar trabajando en rodajes cinematográficos desde la década de los 80. Y es de suponer que la elección de este biopic ha sido muy meditada, habida cuenta de que hablar de una mujer que rompió moldes en su época resulta siempre arriesgado. Tal vez, por ser muy consciente de ello, ha sido cuidadosa en lo relativo a la ambientación y el tratamiento histórico del personaje, mostrándose contenida y algo falta de sentido de la provocación. Si el comportamiento desinhibido en materia sexual de esta musa y poeta de la Belle Époque resultaba escandaloso a finales del siglo XIX y principios del XX, también puede tener su influencia controversial en nuestros días.

La Marie De Régnier que encarna con fescura y vitalidad Noémie Merlant es la joven que ya a los 18 años causaba admiración en los ambientes bohemios parisinos. Su precocidad en las relaciones abiertas, tanto con hombres como con mujeres, ya que llegó a compartir amante con la escritora Colette, provenía de la imposición paterna por parte del poeta cubano José María De Heredia, acuciado por las deudas, de un matrimonio de conveniencia. Se caso por interés con Henri De Régnier, aún odiando su poesía simbolista, cuando a quien amaba era al novelista Pierre Louÿs, que sería el tercero en discordia introduciéndole en su pasión por la fotografía y literatura eróticas.

La historia cuenta que Marie tuvo un hijo con Pierre que fue reconocido por Henri, mientras que Marie empujó a su hermana Louise a conocer y enamorarse de Pierre, para una vez casados tenerle más cerca suyo.