17 DIC. 2019 Pelota Irribarria-Rezusta se curten y comprimen más la tabla Los campeones de 2017 recuperan su versión más seria y terminan con la imbatibilidad de Artola-Imaz. Jon ORMAZABAL IRRIBARRIA-REZUSTA 22 ARTOLA-IMAZ 16 Todavía les queda un buen trecho para acercarse al nivel que los llevó a calarse la txapela de 2017, pero Irribarria-Rezusta dieron un paso adelante en su juego y comprimieron aún más la tabla al terminar con la imbatibilidad de Artola-Imaz en un duro y peloteado partido, en el que terminaron mejor que sus correosos rivales. Las malas sensaciones de este arranque de campeonato obligaban al de Arama y al de Bergara a una reacción, y la pareja de Aspe se decantó por el trabajo y su versión más seria como fórmula para la redención, a la espera de que lleguen la brillantez y la espectacularidad. Así, con un Rezusta con algo más de chispa que en pretéritas ocasiones y un Irribarria con pocas ganas de enredarse en los cuadros alegres, apostaron por castigar a Ander Imaz. Sin embargo, al margen de un impagable trabajo de Iñaki Artola quitándole las peores pelotas, los de Aspe no terminaban de acertar a arrimar pelota a pared izquierda y, con su derecha, el oiartzuarra se defendió sin demasiados apuros. Así, el partido se fue convirtiendo en una especie de combate de desgaste en el que tampoco los de Baiko se encontraban a disgusto, pues tienen muy asimilada su idea de juego de obligar a sus rivales a pegar siempre un pelotazo más. Eso sí, Artola se mostraba algo más incisivo que Irribarria a la hora de terminar los tantos cuando se le presentaba la oportunidad, con lo que los hasta ayer imbatidos llegaron a manejar exiguas ventajas en el marcador, por mucho que el dominio en el peloteo fuera colorado en la mayoría de los tantos, especialmente cuando ponían en juego su material, más vivo. Fueron Artola-Imaz los que llegaron por delante al primer descanso (9-12) tras acertar el de Alegia en el saque-remate. Bajón final Sin embargo, aunque lograron aguantar hasta el 13-15, el final del partido se les hizo largo a los azules. Varios fueron los motivos, empezando por una pelota que fue cogiendo bote, haciendo que los pegadores acrecentaran su dominio sobre Imaz. Esto también trajo consigo que Irribarria encontrara más huecos para el remate y obtuvo buena parte de sus ocho tantos en este sprint final, en el que el de Arama y el de Bergara les endosaron un parcial de 9-1. Tampoco se puede obviar que, mucho más exigido, Iñaki Artola, reñido también con la chapa y la contracancha, fue acumulando errores hasta sumar una docena junto a Imaz, una cantidad excesiva para una combinación que había hecho de la seguridad y de la regularidad el gran secreto de su éxito.