Iñaki IRIONDO
gasteiz
PACTOS PRESUPUESTARIOS

Donde PNV y PSE no tienen mayoría absoluta encuentran el apoyo de EP

PNV y PSE han encontrado en Elkarrekin Podemos el apoyo para aprobar presupuestos allá donde no tienen mayoría absoluta. Esta alianza se concretó ayer, con contradicciones internas, en el pleno de las enmiendas a la totalidad al Presupuesto de Lakua y en el anuncio de un acuerdo sobre las cuentas en el Ayuntamiento de Gasteiz.

En las instituciones donde PNV y PSE tienen mayoría absoluta, sus gobiernos no buscan acuerdos con nadie más allá de la fase retórica. No les hace falta y los grupos de la oposición lo saben, por lo que no rebajan sus tablas reivindicativas, tampoco Elkarrekin Podemos. Sin embargo, allí donde los equipos gubernamentales necesitan ayuda, la buscan y encuentran en la coalición morada.

El ejemplo más claro está en Gasteiz. El Parlamento, el Ayuntamiento y la Diputación Foral forman un triángulo en el que ninguno de los lados tiene más de doscientos metros. Ayer se confirmaron dos acuerdos presupuestarios: uno en la Cámara autonómica y otro en el Consistorio. El pasado viernes, las Juntas Generales de Araba rechazaron las enmiendas a la totalidad presentadas por EH Bildu, Elkarrekin Podemos y PP a las cuentas de la Diputación. Mismos partidos, distintas opciones estratégicas.

Pleno en el Parlamento

Con la votación presupuestaria de ayer se inició una nueva etapa parlamentaria, en la que Elkarrekin Podemos pasa a ser socio económico del Gobierno de Urkullu, lo que tiene también un hondo calado político. El próximo 27 de diciembre se aprobarán definitivamente los presupuestos y el grupo morado ya no podrá presentar ni apoyar cambios en ninguna partida presupuestaria.

La negociación de las cuentas ha dividido al grupo de Elkarrekin Podemos en el Parlamento de Gasteiz. Una parte mayoritaria, compuesta por nueve representantes de Podemos y Equo, han optado por un acuerdo con el Gobierno de Urkullu que consideran que mejora las cuentas. Su portavoz, Julen Bollain, afirmó que se trata de un cambio para dar soluciones a problemas de la ciudadanía, aunque aseguró que «no son nuestros presupuestos y están lejísimos de nuestras posiciones». Otro sector, compuesto por los dos parlamentarios de Ezker Anitza, sí votó en contra de los presupuestos, en coherencia con la posición mantenida en años anteriores.

EH Bildu, contra los disfraces

La idea de que los presupuestos presentados por el Ejecutivo de Lakua son similares a los que en años anteriores han sido perjudiciales, fue el núcleo del discurso de Iker Casanova, de EH Bildu. Explicó que los resultados del ciclo de gobierno que lleva Iñigo Urkullu evidencian un retraso en varios indicadores económicos importantes. Y sostuvo que estas cuentas, aunque se disfracen de más moradas, más verdes y más rojas que las de años anteriores, ni son más sostenibles energéticamente ni más feministas ni más sociales.

En este campo, Casanova aseguró que la verdadera «enmienda a la totalidad» que se ha dado en esta ocasión es la de Podemos sobre sus posiciones anteriores, aceptando ahora recortes en la RGI o que no se cumpla la ley de sostenibilidad. Insistió en que EH Bildu no critica que se pacte ni que se pacte con el PNV, sino que lo que critica es que «es un mal pacto».

Casanova denunció que «por la irresponsabilidad de Podemos, al otorgar el lábel verde y morado al PNV, será más difícil construir una crítica y una práctica política que obligue al PNV a rectificar las políticas que, incluso, un sector de Podemos ha calificado de antisociales, patriarcales y ecocidas».

Por parte de los representantes de PNV y PSE, EH Bildu recibió los habituales reproches de tener vértigo al acuerdo, de seguir las directrices de ELA, de no saber negociar más que si se le da toda la razón. Iker Casanova les afeó que llevaran sus discursos escritos sobre cosas que incluso él no ha llegado a mencionar y que, sin embargo, no hubieran dado respuesta a ninguno de los datos aportados.

El PP, exaltado

También el PP presentó una enmienda a la totalidad, que defendió su parlamentario Antón Damborenea, adoptando por momentos un tono displicente. Empezó reprochando al Gobierno que incumpliera los dos pactos alcanzados con ellos para los presupuestos de 2017 y 2018, y pronto adoptó un discurso de carácter antieuskaldun y derechista, que fue tachado de xenófobo por otros grupos.

Damborenea criticó, por ejemplo, el presupuesto de ETB. Propuso que «con 40 millones les pagamos a todos una media de 50.000 euros y se quedan en casa, y nos ahorramos 120 millones al año», que según él emplean en «hacer una televisión sectaria que no la ve casi nadie». También criticó el gasto en «los que viven del euskara».

Luego acusó al Gobierno de estar creando una sociedad de «subsidiados y tramposo». «Al final qué están consiguiendo, pues están consiguiendo que no sea rentable trabajar legalmente, es más rentable cobrar la RGI por un lado y trabajar en negro por el otro, no cotizas, no pagas impuestos y al final pues te llevas 2.000 euros por hacer lo mismo», manifestó el portavoz del PP.

Azpiazu alaba a Podemos

El encargado de abrir el pleno fue el consejero de Hacienda. Pedro Azpiazu glosó en su discurso las bondades del presupuesto y también alabó la posición política adoptada por Elkarrekin Podemos para alcanzar puntos que «propician cambios muy significativos en el pormenor de gastos que escoran políticas públicas muy importantes hacia terrenos en los que se visibiliza una incidencia crucial de Elkarrekin Podemos y el conjunto de la sociedad vasca».

Quizá porque por la estructura del pleno Elkarrekin Podemos no tenía más que cinco minutos para explicar su posición, lo cierto es que el consejero utilizó buena parte de su discurso, e incluso se excedió en casi cinco minutos del tiempo que le correspondía, para hacer una intervención que al propio Lander Martínez le hubiera costado firmar sin sonrojarse ante tanto elogio.

Ayuntamiento de Gasteiz

Por otra parte, en la otra gran institución de la CAV en la que PNV y PSE llevaban varios años sin lograr un acuerdo para aprobar los presupuestos, el Ayuntamiento de Gasteiz, se anunció ayer un pacto con Elkarrekin Podemos. El alcalde jeltzale, Gorka Urtaran, aseguró que se «abre una nueva etapa en la ciudad» y agradeció a la formación morada su «postura constructiva y responsable».

El grupo municipal de Elkarrekin en Gasteiz aseguró que habían tomado su decisión «por compromiso social y porque la ciudadanía exige acuerdos entre diferentes». Su portavoz y candidato de Equo, Óscar Fernández, defendió «la posición constructiva y en busca del acuerdo» de su formación.