Eulate Ziloniz-aurrekoetxea e Iratxe Azkue
Responsables de la Federación de Industria de LAB
GAURKOA

El tiempo y la lucha nos han dado la razón

Nos dijeron que estábamos locas y locos, cuando en junio de 2018 decidimos levantarnos de la Mesa de Negociación del Metal de Bizkaia. Dijimos que íbamos a las empresas, a activar a los trabajadores en los centros de trabajo, que la mesa, sin confrontación, no servía de nada. Poca gente lo entendió entonces, nos culparon de abandonar la negociación.

Sin embargo, la militancia de LAB lo entendió y lo asumió. Comenzó entonces un trabajo de base, el más importante, el imprescindible. Decenas de asambleas, en empresas y polígonos. Concentraciones, caravanas de coche, documentos informativos a doquier, y, cómo no, confrontación; concentraciones en empresas y patronal, ocupaciones y socialización de los contenidos que para LAB eran imprescindibles.

En enero de 2019, salimos públicamente, dibujando el camino; «se necesita una gran alianza y se necesitan huelgas», pero para entonces ya habíamos sembrado el debate y la necesidad de lucha en los centros de trabajo.

Tenemos que hacer hincapié en que en el sector trabajan más de 58.000 mujeres y hombres; de los cuales, más de 38.000 no tenían convenio propio de empresa y el convenio sectorial de referencia era de 2003. Además, según los datos del CRL, actualmente existen más de 3.000 empresas en el sector, de las cuales únicamente alrededor del 22% tiene representación sindical. Con todo ello, dejamos claro que la necesidad de un convenio sectorial ha sido y es una necesidad absoluta para los trabajadores del metal de Bizkaia. Un suelo, una base, para mejorar las condiciones de los y las trabajadoras con convenios propios; pero sobre todo, una necesidad para todos y todas aquellas que no tienen convenios de empresa.

Por todos y todas ellas, LAB priorizó la alianza en contenidos y un calendario de lucha en mayo de 2019; renunciando a gran parte de los contenidos de nuestra plataforma inicial, pero nunca a las reivindicaciones principales. Estos meses no han sido fáciles, en absoluto. La militancia de LAB lo ha dado todo. Tenemos alrededor de 400 delegados y delegadas; sin embargo, en los piketes nos hemos reunido hasta 650 compañeras. Tenemos compañeros multados, identificados e incluso a espera de juicio. Y tenemos en el corazón a aquellos y aquellas que por hacer huelga han perdido su puesto de trabajo. Que no tengan la mínima duda de que, si quieren luchar, si quieren defender su puesto de trabajo, a LAB nos tienen aquí, dispuestas y dispuestos, como siempre.

No podemos seguir escribiendo sin emocionarnos, por todo el calor, ánimo y solidaridad que nos hemos encontrado en este largo camino. Pero más allá del ánimo, también nos hemos encontrado con compañeras de otros movimientos que nos han demostrado que esta lucha es tan de ellas y ellos como nuestra; Ernai, Harro, Eragin, pensionistas, movimiento feminista, estudiantil… Toda esta lucha no hubiese sido posible sin vosotras; no os vamos a dar solo las gracias, os vamos a decir que vuestras luchas también son nuestras. Entre todos y todas hemos logrado que un problema laboral se convierta en un conflicto social; porque lo laboral es social y lo social es laboral.

A los sindicatos pequeños, en especial a ESK, nuestro reconocimiento. También lo habéis dado todo personal y colectivamente. Pensasteis que nos habíamos vuelto locas, pero, sin dudarlo, os sumasteis a esta locura.

Y, cómo no, el final. El acuerdo. La alegría y el orgullo del trabajo bien hecho. Para muchos y muchas una sorpresa, incluso gente nuestra que estaba al 100% organizando las huelgas siguientes. Hemos acertado. En octubre dijimos que unas cuantas empresas, que, además, no estaban sufriendo las huelgas (con un seguimiento inferior al 5%) bloqueaban el convenio; y centramos nuestra estrategia en ellas, junto a los demás sindicatos en lucha. Entonces, comenzó a cambiar la estrategia patronal. Comenzó a proponer cambios en sus planteamientos, nuevas propuestas y avances. No fue de un día para otro, ni fue casualidad; ha sido una estrategia acertada y una patronal acorralada.

Primero avances en igualdad y salud laboral; en otra reunión, la patronal dio a entender que la subrogación para mantenimiento privado y publico podrían ser posibles; comenzaron los «guiños» para posibles acuerdos. «A buen entendedor, pocas palabras bastan». Nosotras lo entendimos, alto y claro; opciones, nuevas puertas abriéndose, comentarios patronales que semanas antes eran impensables, una patronal agobiada y empresas importantes y responsables del bloqueo atemorizadas. Por ello, y por las más de 38,000 personas trabajadoras en el Metal sin convenio, desde LAB reaccionamos ante esta oportunidad. Sin migajas, con un gran convenio, con contenidos, dignos, históricos: subidas salariales referenciales para un convenio sectorial. La subrogación para los y las trabajadoras de mantenimiento que consigue blindar alrededor del 50% de los y las trabajadoras de las subcontratas; pero además, por primera vez, se incluyen la subrogación, eventualidad o ETTs en el convenio del Metal de Bizkaia; una cláusula de igualdad garantista porque hay medidas suficientes y efectivas, pero, además, porque LAB, está aquí para hacerle el seguimiento adecuado. Blindaje a la Reforma española, ultraactividad indefinida, empoderamiento de los delegados y delegadas de prevención…

A todos y a todas las que habéis luchado deciros que nosotras hemos sido la herramienta, pero el logro es vuestro. Este momento histórico es por vosotros y vosotras; y las mejoras conseguidas gracias a vuestra lucha, sudor y madrugones. Gora Bizkaiko Metalgintzako langileria!