02 FEB. 2020 Pelota El arte de disfrutar sufriendo Agónico triunfo de Artola-Imaz, que resisten en la segunda plaza ante unos dubitativos Irribarria-Rezusta. Jon ORMAZABAL IRRIBAR.-REZUSTA 21 ARTOLA-IMAZ 22 A pesar de alguna mala experiencia como la de Getaria, con lo que están disfrutando juntos en este Parejas, a Artola-Imaz parece no importarles tener que estar peloteando dos días para obtener cada punto. Sabedores de que la tenacidad y la insistencia son los puntos en los que ninguna pareja es superior a ellos, la pareja del 94 de Baiko ha formado una coraza en torno a sus espaldas que exige a sus rivales a dar lo mejor de sí mismos para agarrar cada punto y ayer en Iruñea se exprimieron hasta la extenuación para aumentar las dudas de Irribarria-Rezusta en un auténtico calvario como el vivido en el Labrit. El último error de un Rezusta que perdió su segunda pelota en el pelotazo 737, la pasa y alguna que otra mala decisión de Irribarria son detalles que terminaron decidiendo un duelo equilibradísimo, también en las estadísticas individuales, pero al contrario que a sus rivales, el lenguaje corporal de los campeones de 2017 muestra que cada partido, al igual que el campeonato, se les está haciendo largo, pues no terminan de encontrarse cómodos en la cancha. Incómodos Ya sea porque las sensaciones personales nunca son iguales, el material tampoco es el mismo que el de hace tres años, pero es innegable que el de Arama y el de Bergara no son capaces de romper los partidos a pelotazos como lo hacían la última vez que los alinearon juntos. Y así, en partidos ante rivales que se agarran a cada tanto como lapas, comienzan las dudas y las debilidades del delantero en el remate y la defensa o la potencia del zaguero –un Ander Imaz claramente de menos a más terminó dominándole– terminan pareciendo insalvables, aunque ayer Artola-Imaz tuvieran que sudar sangre para hacerles hincar la rodilla. Las expectativa y el potencial de unos y de otros también fueron cambiando a medida que el partido se fue alargando de ahí que un partido decidido por apenas un mínimo detalle dejara sensaciones tan diferentes entre una pareja a la que le está costando demasiado sufrir y otra que disfruta haciéndolo.