Sólo tres días después de la reunión del Comité de Fútbol Femenino de la Federación Española, en la que quedó patente la ruptura entre los diferentes agentes del fútbol femenino, se declara otro incendio. De nuevo con las retransmisiones televisivas como combustible.

Sólo un día antes de que comenzara a disputarse la Copa, la entidad que preside Luis Rubiales anunció que todos los partidos del torneo podrán verse por televisión, para alegría de los aficionados y sorpresa de los clubes. En la propia comunicación que recibieron los clubes, se decía que «la RFEF reconoce los derechos televisivos de los clubes participantes excepto de la finl, que organiza la propia Federación Española». Aún así, anunció que había alcanzado un acuerdo con diferentes operadores para la retransmisión del torneo y que, «en este primer año ofrecerán los partidos asumiendo parte de la producción y estamos en negociaciones para tratar de obtener ingresos económicos». Es decir, se adjudicaron sin asegurar una contraprestación, aunque la Española asegura que los ingresos que puedan generar las retransmisiones se repartiran de forma proporcional entre los equipos participantes. Una sensación de improvisación que la RFEF remató dando un plazo mínimo a los clubes, unas horas, para dar una respuesta.

Esta llegó el lunes casi a medianoche, por parte de la ACFF, que recordó que los clubes son «únicos y legítimos titulares de sus derechos audiovisuales» y lamentó que «este tipo de actuaciones no favorecen la normalización de las relaciones, dado que resulta poco ético u responsable cerrar acuerdos con terceros sobre derechos sobre los que no se ostenta ningún tipo de titularidad, a espaldas de los clubes y sin contar con su autorización para negociar».

Con todo, la ACFF permitó «excepcionalmente» la retranmisión de los partidos, aunque «exclusivamente» de los correspondientes a octavos de final.

Todo ello en un día en el que también se reunieron ACFF y AFE, tras la última protesta de las jugadoras por el retraso en la firma del convenio. En principio, el sindicato habría aceptado dar más tiempo a los clubes para la solución de una situación ciertamente compleja.