Los niveles de dioxinas y furanos fueron descendiendo en el entorno de Zaldibar durante la pasada semana, afirmó en rueda de prensa el Gobierno de Lakua en una comparecencia con la experta del CSIC Begoña Jiménez. Sin embargo, el gráfico con los datos que colgaron después en la página de Gobierno no dice eso. De hecho, el pico de toxinas se registró el sábado 15, cuando el indicador casi dobló la primera de las mediciones, registrada el día 9, y que provocó que se lanzara la alerta sanitaria. Ayer, a pesar de que no existen todavía datos actualizados tras apagar el fuego, Lakua decidió levantar las recomendaciones –no ventilar las casas o no hacer deporte al aire libre, principalmente– porque la extinción «nos hace pensar» que la evolución «es positiva».

En la comparecencia se anunciaban nuevos datos de dioxinas, furanos y PCB. Los resultados habían sido remitidos ayer mismo desde el CSIC y correspondían a muestras tomadas el pasado fin de semana, cuando todavía había fuego en el vertedero (se extinguió este martes). En esta ocasión las muestras no solo se habían tomado en San Lorenzo (Ermua), sino también en Eibar y Eitzaga (Zaldibar). Fue el punto de muestreo de Ermua el que registró, de forma sistemática, los peores datos. De hecho, los resultados del último día analizado (el domingo 16) seguían siendo muy similares a los que motivaron la adopción de medidas (fueron ligeramente superiores, de hecho).

Por otra parte, las muestras recogidas cuando el incendio ya no estaba activo llegaron ayer mismo al CSIC, por lo que habrá que esperar otros cuatro días a tener los datos de las toxinas. Además de esto, las mediciones de la calidad del aire se mantendrán en tanto que no sería descartable, según indicaron los técnicos, que se reactivaran nuevos focos de incendio en el vertedero.

«Las recomendaciones que se dieron fueron por dioxinas y furanos elevadas, pero con un fuego activo. En estos momentos hemos tomado otra decisión en base a varios datos: el fuego se ha extinguido, los valores han descendido y ello nos da una indicación de que la situación tiene que ser muchísimo mejor. Esos son los análisis que han hecho los técnicos», resumió el viceconsejero de Salud, Iñaki Berraondo

«No preveíamos ningún tipo de riesgo para la salud, eso que quede claro», afirmó Berraondo al referirse a las medidas de prevención establecidas para la población y que llevaron incluso a anular el encuentro entre la Real Sociedad y el Eibar previsto para el pasado fin de semana. Indicó que fueron decisiones preventivas por si las cosas evolucionaban negativamente o se extendían en el tiempo, pero que al extinguirse el incendio la situación es completamente diferente. «Porque la clave es el tiempo de exposición», remarcó Berraondo.

«El hecho de que el fuego esté controlado nos hace pensar que estos valores son mucho más bajos por la evolución que estamos observando y, por eso, la recomendación que dimos el viernes pasado, en un contexto en el que el fuego estaba activo y se suponía que iba a durar durante muchos días, nos hace pensar que los valores en este momento serán ya mucho más bajos», insistió, para destacar que los valores bajaron del sábado al domingo en Ermua de 1.200 a 700 femtogramos de concentración en el aire. Sí que es cierto que, ese día, los datos en los tres puntos de medición bajaron sustancialmente. Y esto coincide con el inicio de las labores de extinción del fuego, después de que las excavadoras alcanzaran la zona incendiada y comenzaran a echar tierra para asfixiar el incendio.

Por otro lado, siguen las mediciones para controlar los valores en el agua. El viceconsejero de Salud adelantó que la próxima semana se contaría con más datos de la zona. Por de pronto, ayer se informó de «un incremento significativo» en la concentración de amonio en la regata de Aixola, un río que no se aprovecha para el consumo humano, según matizó la Agencia Vasca del Agua (URA).