Kike DE PABLO
Alpinista
Bobadas alpinas

Así estamos

La gente de montaña siempre hemos tenido una cierta tendencia a considerarnos muy guays, muy conservacionistas, muy amantes… de todo, vaya. Nuestra actividad es muy de rollo natural, muy sana (siempre que la ley de la gravedad no disponga otra cosa), etc. Por eso el aislamiento domiciliario actual no se lleva bien ¿qué más sano que andar al aire libre? ¿por qué no puedo yo …? Y más todavía con la disparidad de criterios sobre la permisividad de la actividad al aire libre según un lado u otro de las fronteras. Estando así las cosas no es de extrañar que los grupos de rescate en montaña franceses, italianos (y los de aquí, parece) sigan efectuando rescates en montaña de gente que se había ido “a pasear por monte” a 100 km de casa (coche, etc.). Después de estos últimos tres días parece que la zona alpina ya se va vaciando de excursionistas, a lo que no es ajeno la cantidad de multas que se van regalando. Todos sabemos que casos aislados, según circunstancias, no suponen problema, pero véte a considerarlo ante la cantidad de paseaperros kilométricos, excursionistas transprovinciales, “más sano en el campo que en la ciudad” adictos y demás activistas. Michel Lanne, “trailer” francés de renombre internacional, contagiado del covid-19 sin que sepa donde ni porqué, declara: «¡Al que me diga que es vital que vaya a correr solo por el campo y que por allí no contamina a nadie, le deseo amigablemente un roce de varios días con el covid-19! ¡Creedme!».