GARA Euskal Herriko egunkaria
DE REOJO

Si lo cuentas


Las cuentas; los cuentos; lo importante es si lo cuentas. Cada día aparecen unas cifras oficiales de los recuentos de bajas, altas y afectados y entonces todos hacen sus groseras cuentas interesadas. Si sube en términos absolutos, se miran los términos relativos, los crecimientos porcentuales. De ser al revés, se compara con la nada o el absurdo de la memoria accidental. Las cuentas no salen. Ni las cuentas del rosario ayudan a situarse porque ver al Papa bendiciendo a nadie, es decir a todos, es un acto soberbio de una soberbia magistral.

Lo importante va a ser contarlo al final. Si lo cuentas, es que habrás sobrevivido en medio de varias pandemias encadenadas, porque saber que no se puede enterrar a los muertos en Madrid empieza a ser un cuento que no se puede llamar chino, ni filipino, sino un desastre político amontonado que se contagia en el código genético de varias generaciones de desharrapados con teléfono celular cargado de emoticones que no sabrán definir la solidaridad, ni la misa de doce y probablemente les cueste identificar el abrazo después de un acontecimiento colectivo. Prohibido el despido. Las carcajadas retumban.

Las cuentas empiezan a ser declaraciones de terror estadístico porque parece que desde todas las cavernas se ha decidido retrasar la verdad, camuflar las cuentas de la pandemia. Con fantasías contables y diagnósticos de trileros políticos. Y no es que en cada comunidad cuenten de una manera es que en cada banderizo europeo contabilizan lo que les da la gana. Es una pandemia añadida. Es un acto de hipocresía malsana y rudimentaria que puede tener consecuencias nefastas. La pandemia se expande. La pandemia crece en el universo. Los Negacionistas con rango presidencial van cayendo sin reconocer sus errores. Insisto: lo importante es si lo cuentas.