GARA Euskal Herriko egunkaria
SICOLOGÍA PARA UNA CRISIS

Un paso atrás en el duelo


Mi mujer murió hace seis meses y el aislamiento me ha pillado en medio del duelo. Mis hijos vienen a verme a diario, tomando todas las medidas, pero durante el día la casa se me viene abajo. Creo que es normal, pero me gustaría saber tu opinión.

Pedro, desde Iruñea.

Hola, Pedro. Lo primero: siento tu pérdida, debe de ser difícil estos días continuar con la vida cuando todo se para. Supongo que cuando me preguntas sobre si “es normal”, y me dices que a ti te lo parece, será porque hay otros momentos en los que la casa no se viene encima y puedes dedicarte a tu vida de ahora. Y digo esto porque muchas veces, cuando nos desbordamos un rato, nuestras propias emociones nos asustan y precisamente ese susto nos hace olvidar cuando estamos más al cargo y no todo es tan incontrolado ni amenazante.

Uno de los efectos de este aislamiento en algunas personas es que se vuelven a abrir heridas cerradas o que se estaban cerrando, precisamente porque no tenemos otros estímulos, los proyectos hacia adelante se detienen… Es decir, nos es más difícil seguir con la construcción de la nueva manera de estar en el mundo –después de la dolorosa muerte de un ser querido, por ejemplo–. El duelo es un proceso que va cambiando con el tiempo, va hacia atrás y hacia adelante en función de muchas cosas, pero sobre todo de la sensación de vulnerabilidad y del contacto con situaciones, fechas, acontecimientos que vuelven a presentarnos escenarios con esa persona querida. Y sí, es normal que en esta situación que nos pone a todos frente a nuestra vulnerabilidad, nuestra soledad, nuestros recursos y nuestro futuro, a veces sea demasiado.

Con demasiado quiero decir que simplemente nos supere tanta emoción, y no podamos sostenernos un rato como solemos hacerlo, o que se nos salten las lágrimas, no tengamos ganas de hacer nada… No pasa nada (malo) por sentirlo, y que duela no significa que nos vayamos a quedar detenidos en ese estado. Estará bien, como has hecho aquí, Pedro, que puedas compartir ese estado con la gente que quieras, y que ellos entiendan que no has “empeorado”, o “vuelto atrás” en el duelo, sino que estén contigo, te pregunten e incluso podáis entre todos echar de menos de una forma diferente en estos días. Durará solo un rato.