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Trinche Carlovich, el último romántico


Es verdad que el Trinche Carlovich era mejor que Maradona? ¿Es cierto que inventó el doble caño? ¿Hay certezas de que cuando Menotti lo llamó para la selección nacional se fue a pescar con los amigos? ¿Es mito o realidad ese partido de la selección de Rosario contra la selección nacional en el que dejó la pelota hecha un bollito? ¿Hay pruebas de que humilló tanto a los jugadores de la selección que lo tuvieron que sacar de la cancha? Desde aquel amistoso quedó instalado en el imaginario colectivo de los futboleros. El programa "Informe Robinson" es un punto de referencia ineludible para saber más sobre este singular personaje. 

Jorge Valdano («fue un símbolo de un fútbol romántico que ya no existe»), César Luis Menotti («la pelota lo buscaba a él»), Grandinetti, (...), y Pekerman, entre otros, cuentan anécdotas y recuerdan cómo se maravillaron al verlo jugar. «Era un típico jugador de potrero», coinciden todos. El mismo Carlovich cierra ese fantástico documental con los ojos vidriosos cuando le preguntan si no quisiera volver a jugar a la pelota

¿Es posible que el director y maestro de actores Jorge Eines(...) se haya maravillado cuando vio el “Informe Robinson” y a partir de eso, creó una obra de teatro que habla de la esencia del fútbol, del juego, de los factores de poder que lo envuelven? Eines juntó sobre el escenario a Baruch Spinoza y Rojitas, a Menotti y a Kant, a Borges, Giácomo Puccini, Lacan y los Beatles. Todos en torno del mítico personaje que acaba de morir.

La obra llegó(...) después de haber pasado por Rosario, la ciudad natal del Trinche, invitado a una de las representaciones. «A mis setenta y pico de años descubrí algunas cosas mías que yo desconocía. No se si serán ciertas, pero bien podrían haber sido así», dijo. 

«¿A dónde iría con esa bicicleta, a qué rincón de qué corner, para pedalear hasta el último gol olímpico que concluya su historia y la del fútbol?», se preguntan tras su muerte (por el golpe en la cabeza de un ladrón que le robó la bici provocándole un derrame cerebral).

El mundo del fútbol llora su muerte. Los pocos que lo vieron jugar en Central Córdoba y Colón, en Independiente Rivadavia, los que lo imaginaron con la camiseta numero cinco de la selección, los que añoran el fútbol de fantasía que emociona.

Hasta siempre Trinche. 

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