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18 localidades vascas, entre ellas Maule y Baiona, irán a votar el 28 de junio

El primer ministro francés, Edouard Philippe, confirmó ayer la fecha para la segunda vuelta de las elecciones municipales que no pudo celebrarse el pasado 22 de marzo a causa de la pandemia. Un total de 4.800 entes locales, de ellos 18 vascos, están llamados a las urnas.


En medio del puente festivo del 21 de mayo, el primer ministro francés, Edouard Philippe, anunció ayer que, de no mediar impedimento sanitario, la segunda vuelta de las elecciones municipales que no pudo celebrarse el pasado 22 marzo debido a la pandemia tendrá lugar el próximo 28 de junio.

Más de 30.000 municipios eligieron ya a su alcalde en la primera vuelta celebrada, en situación excepcional, el 15 de marzo. El escrutinio anunciado ayer implica, por tanto, a menos del 10% de las localidades francesas, aunque, según destacó el ministro de Interior, Christophe Castaner, en ellas reside un 36% de la población hexagonal.

De hecho, 16,5 millones de electores están llamados a votar en una segunda vuelta que se desarrollará en un clima cargado de incertidumbre. No en vano la pandemia del covid-19 ha causado ya 28.000 fallecidos en el Estado francés.

En esa cita con las urnas se decidirán, entre otros, los gobiernos locales de París, y de otras grandes urbes francesas como Lyon, Burdeos o Marsella. La convocatoria implica a 4.800 municipios y 18 de ellos están situados en Euskal Herria.

Estarán llamados a las urnas los vecinos de tres localidades de Zuberoa (Bildoze-Onizepea, Larraine y Maule ), de cuatro localidades de Nafarroa Beherea (Aldude, Amendüze-Unaso, Bidaxune y Landibarre ) y de once municipios de Lapurdi (Azkaine, Baiona, Biarritz, Bokale, Hendaia, Itsasu, Senpere, Urketa, Urruña, Uztaritze y Ziburu).

Reserva sanitaria

El Consejo Científico emitió, el martes, el informe al que esperaba el Gobierno para comunicar su decisión sobre la celebración de esta segunda vuelta de las elecciones municipales.

Ese comité de expertos, aun sin poner impedimentos a la celebración del escrutinio antes de verano, la opción que siempre han barajado tanto Emmanuel Macron como Edouard Philippe, fijó un buen número de condiciones: la principal, volver a evaluar la situación sanitaria quince días antes de la votación.

El primer ministro asumió en la comparecencia de ayer a las puertas del Palacio de Matignon esa reserva sanitaria.

Según expuso, en el decreto que llevará al Consejo de Ministros el 27 de mayo figurará esa opción revocatoria, con lo que a mediados de junio se determinará si es viable el escrutinio.

Si finalmente debiera ser anulada la votación, también sin sorpresa, el Gobierno plantearía, en ese caso no por la vía del decreto sino de una proposición de ley, la repetición de todo el proceso –dos vueltas– con el plazo límite de enero de 2021.

A falta de apoyos claros del resto de formaciones con representación parlamentaria, el Gobierno ha optado por buscar acuerdos para operativizar la convocatoria electoral con las entidades locales. Así, Philippe anunció una ronda de contactos a partir de la semana próxima.

El premier restó relevancia a las advertencias respecto a la ventaja de que gozarán los alcaldes salientes frente a aspirantes que contarán con dificultades para pasar su mensaje, dadas las limitaciones con que discurrirá la campaña. Philippe, que aspiraa la Alcaldía de Le Havre, recomendó a los candidatos que «hagan gala de imaginación» y les recordó que, a diferencia de otras campañas en dos vueltas, «ahora no dispondrán de tres o cuatro días sino de un mes para que cada cual exponga su proyecto». Ante el temor a la abstención, que superó el 55% en la primera vuelta, y dado que desde 1975 no rige el sistema de voto por correo en el Estado francés, abogó por extender el plazo para el voto delegado, que permite que un elector ausente pueda confiar a otro su sufragio siempre que esté censado en su misma localidad.