Madrid avala el paso a la fase 2, pero los detalles no se conocerán hasta hoy
No hubo sorpresas. Hego Euskal Herria pasará el lunes a la fase 2, lo que no quiere decir que lo haga al mismo ritmo, ya que los Gobiernos de Lakua e Iruñea plantearon algunas medidas divergentes. Será hoy, tras leer el BOE, cuando se concreten las medidas que se aplicarán en cada herrialde, que seguirá siendo la unidad de referencia.
Fase 2 y poco más. El Gobierno español aprobó ayer el paso de Nafarroa y la CAV a la penúltima fase de la desescalada, pero no dio ningún detalle sobre las peticiones específicas realizadas por los Ejecutivos de Iruñea y Lakua. La prioridad ayer era seguir apagando los múltiples fuegos prendidos por el acuerdo firmado el miércoles por PSOE, Podemos y EH Bildu para derogar íntegramente de la reforma laboral. Escalada de la tensión política como síntoma del avance de la desescalada sanitaria. Habla de ello, páginas más adelante, Iñaki Iriondo.
En términos de desconfinamiento, más allá del esperado aval de Madrid al paso a la fase 2, ayer apenas hubo concreción alguna. Cabe recordar que hace dos semanas, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, anunció también la progresión de Nafarroa y la CAV a la fase 1, pero que fue al día siguiente cuando saltó la sorpresa, ya que tanto el BOE como Lakua restringieron notablemente su aplicación en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.
En esta ocasión, hay más miradas puestas sobre Nafarroa, que en los últimos días ha coqueteado con aplicar diferentes ritmos según zonas de salud. El paso a la fase 2 será para la totalidad del herrialde, pero no será hasta hoy cuando se conozca si todo el territorio lo hará o no de forma homogénea. Desde el Gobierno foral emplazaron a esperar.
Algo parecido hicieron en Lakua, donde se limitaron a publicar una escueta nota de prensa para valorar «de forma positiva» el progreso a la segunda fase. Pero no será hasta las 12.00 de hoy cuando las consejeras Nekane Murga y Arantxa Tapia den a conocer las concreciones, después de que el BOE haya recogido las condiciones generales de la fase 2. Cabe esperar también que el decreto del BOPV que lo regule se publique antes de la medianoche del domingo, no como hace dos semanas.
Propuestas diferentes
Nafarroa y la CAV hicieron esta semana propuestas algo diferentes en relación a la fase 2, sobre todo en lo que respecta a los aforos. Lakua pidió ampliar hasta el 50% el aforo en la hostelería, el comercio y los locales culturales –el plan estatal prevé un 40% en esta fase– y defendió que en los espectáculos al aire libre puedan reunirse hasta 500 personas, un centenar más que las propuestas por Madrid. Por contra, en este último punto, Iruñea planteó que se mantenga un límite máximo de 200 personas. También habrá diferencias en la reapertura parcial de las aulas: en Nafarroa, solo los de 2º de bachillerato, de forma voluntaria, podrán acudir a preparar la selectividad. En la CAV, se podrán abrir las clases para alumnos y alumnas de 4º de ESO, todo Bachillerato y FP.
Donde sí coincidieron los Ejecutivos de Iruñea y Gasteiz fue en pedir que se pueda salir sin franjas horarias al monte y en bicicleta, y que se pueda hacer fuera del municipio de residencia –esta última restricción sigue vigente en Nafarroa–. Pero no será hasta hoy cuando se sepa si finalmente merece la pena o no sacar las botas de monte del armario.
Por otro lado, la CAV también defiende la apertura de txokos y sociedades gastronómicos, a diferencia de Nafarroa, que los seguirá manteniendo cerrados, igual que las bajeras de jóvenes. «Avanzar sí, pero sin prisas, esto no es una carrera», señaló ayer la lehendakari María Chivite.
Avance frustrado
Lo que sí se sabe que podrá hacerse en la fase 2, a no ser que haya sorpresa, es entrar dentro de bares y restaurantes, por ejemplo. También se podrá salir a pasear y hacer deporte con unas franjas de horarios más relajadas, excepto algunas horas que se guardarán para los grupos de mayor riesgo.
Una orden ministerial publicada ayer en el BOE permitió avanzar a la fase 2 a la mayoría de localidades de entre 5.000 y 10.000 habitantes. Sin embargo, la letra pequeña del BOE, guarida de muchos demonios, incluía una condición: que esos municipios tuviesen una densidad de población menor a 100 habitantes por kilómetro cuadrado. Una característica fácil de cumplir en lo que se ha dado por llamar la «España vacía», pero que dejó en la fase 1, con la miel en los labios, a la inmensa mayoría de localidades vascas de entre 5.000 y 10.000 habitantes. Su turno llegará también pasado mañana.